123. ¿Hay sabiduría en Salomón al ordenar asesinar para descubrir una verdad?
No es sabiduría de Dios ordenar asesinar a un niño, para descubrir una verdad, como lo hizo el rey Salomón, del cual decían que era supuestamente muy sabio. Esa es una sabiduría oscura, sabiduría de tinieblas, que emerge del alma de un asesino.
Salomón ordena jugar con la vida de un niño para conocer una verdad. Igual que se jugó con la vida de un niño, el día del sacrificio de Isaac. Ese día también unos adultos (Abraham y el ángel que se le apareció diciéndole que era Dios) estaban supuestamente descubriendo una verdad, pero estaban irrespetando el derecho a la vida de un niño. Supuestamente Dios pidió el asesinato de Isaac para descubrir si Abraham le era leal. Eso es todo ilógico, puesto que Dios todo lo sabe.
No transmiten respeto por la vida, sino desprecio por la vida, puesto que no les importaba matar niños para saber la verdad. Tanto el rey Salomón, supuestamente muy sabio y ese supuesto Dios que exigía a su siervo que asesinara a su hijo para que le demostrara amor, todo eso era un total absurdo. Y la orden de asesinar a esos dos niños fue dada de verdad. Esas dos órdenes vienen de la oscuridad, no vienen de la luz. Solo a un asesino se le ocurre matar. A quien respeta la vida no se le ocurre como una opción matar. Ni siquiera en juego. No es una opción. Si ese rey, supuestamente sabio, hubiera tenido una gran sabiduría verdadera, esa sabiduría lo hubiera llevado a finalizar bien su propia vida, y no fue así. Salomón terminó muy mal, según está escrito. Si hubiera sido sabio, esa sabiduría lo hubiera protegido de terminar tan mal.
El importante el día del juicio del rey Salomón sobre las dos mujeres, era el niño, cuya maternidad se disputaban las dos mujeres, el importante del relato no era el rey, engreído con su propia sabiduría, enceguecido con sus manos manchadas de sangre humana. La verdadera sabiduría estaba en la mujer que prefirió perder a su hijo y no que ese despiadado rey lo matara. La verdadera sabiduría no estaba entonces en el rey asesino. El rey fue astuto como una serpiente, pero perverso y malo, y eso no es sabiduría. De la sabiduría hace parte imprescindible el respeto total a la vida humana. Así de infiltrado está Luzbel en las escrituras. Así clava su espada en las mentes para ponerlas a prueba hasta el fondo.
¿Qué tanto se puede ser una persona sabia si usa la mentira para descubrir la verdad? Eso en sí mismo es una contradicción. Si alguien pensara que el rey Salomón mintió al ordenar el asesinato del niño, igualmente ese rey está muy lejos del compromiso total del humano sabio con la verdad. No se puede ser sabio y mentir. La sabiduría en sí misma es la busqueda de la verdad por el sendero de la verdad.
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