11: El anticristo


LIBRO II
CAPÍTULO 11

EL ANTICRISTO.
Formación, hechos y conclusiones.

127. El rayo que cayó.
La falacia se inicia con el rayo que cayó del Cielo (Lucas 10:18). Hasta ese momento antes del rayo que veía Jesús caer del cielo, todo el odio hacía el cristianismo sucedía de frente, el principal perseguidor, Pablo, odiaba a muerte a los cristianos, odiaba al Espíritu de Jesús, blasfemaba contra el Espíritu de Jesús, era el primer y más grande asesino de cristianos, el más encarnizado, el más fariseo.  Toda la falacia de la Gran Babilonia espiritual se inicia en ese rayo que caía, autorizado, desde el Cielo, en ese Luzbel que veía Jesús caer desde el cielo como un rayo. 
Todos los cristianos prisioneros en Babilonia espiritual, extraviados por las seducciones de Pablo, dirán sin lugar a duda, sin cuestionarlo, que es Jesús el que descendió como un rayo de luz, y que por lo tanto las palabras de ese profeta, al que se le apareció ese rayo, Pablo, son enseñanzas absolutas, son sin errores y son enseñanzas iguales de validas, de perfectas, iguales de eternas a las enseñanzas de Jesús, que es Dios. Y todo aquel a quien le hable un rayo celestial, un ser luminoso, todo el que lo reciba, jurará por su vida, si es preciso, que sí fue Jesús el que se le apareció y le habló, dándole instrucciones sobre una misión determinada. 
Luzbel no aparece al ojo humano, en ese rayo que descendió del Cielo, porque está oculto, pero es visible con los ojos de Dios, porque obviamente Dios lo ve todo y lo sabe todo.  ¿Por qué crees que Jesús dijo que Él, Jesús, veía a Luzbel descender desde el Cielo como un rayo?  Porque Jesús sí lo podía ver y avisó a los cristianos, que no se fiaran de los que dijeran que Jesús había venido, ni en cuerpo, ni en espíritu, a hablar con algún ser humano. Jesús no vino a hablar luego de haberse ido, sea quien sea, aunque sea el más importante profeta, obrador de milagros y mártir, como lo fue Pablo, puesto que Jesús no vendrá por segunda vez, sino el día final, cuando vendrá a juzgar a todos los seres humanos. 
¿Dijo Jesús eso del rayo cómo un adorno a sus enseñanzas?  ¿Lo dijo cómo juego? ¿fue una frase caprichosa de Jesús?  ¿O lo dijo como una suprema advertencia de por dónde iba a entrar el engaño de Luzbel a la tierra, para consumar el gran misterio de Pablo, el cual duraría hasta el mismo final de los tiempos?

128. Personaje interno.
Valga decir que no es lo mismo ser anticristiano, que ser anticristo. Anticristianos solo hay afuera del cristianismo. Y anticristos solo hay adentro del cristianismo. Anticristiano es aquel que desea que no crean en cristo. Anticristo es aquel que desea tomar el lugar del cristo. Todos los anticristos están adentro del cristianismo.
Jesús no habló directamente de un individuo, al que Él le diera el título de anticristo. Pero Jesús sí habló, no una, sino muchas veces, y sus palabras se pueden leer en los cuatro evangelios, sobre la gran cantidad de personas que vendrían en su nombre, y engañarían a muchos. 
También habló Jesús sobre si un hombre viniera en su propio nombre, los hombres con facilidad le creerían, pero a Jesús no le creerían. Todo lo que Jesús dijo, no lo dijo por decirlo, lo dijo porque sabía que así iba a suceder. También dijo Jesús, que las falacias serían tales que engañarían, si posible fuere, a los mismos elegidos. Jesús dijo que todos los seres humanos serían engañados, menos los elegidos.
En todos los casos Jesús hablo de personas que usurparían sus enseñanzas. Jesús no habló de los enemigos que tratarían de atacar desde afuera al cristianismo. Obviamente cuando Jesús habló de uno o unos usurpadores de su gloria, de su autoridad y de sus enseñanzas, no se refería a personas afuera del cristianismo, ni a personas de otras religiones, ni a líderes políticos o militares. 
Cuando Jesús habló de lo grande del fenómeno que luego se llamaría el anticristo, no se refería a la Roma del mundo material, ni se refería a uno tan solo de los césares de carne y huesos, como Nerón, lo cual terminan creyendo la gran mayoría de lectores de las escrituras. Dan por sentado que el anticristo es el césar, debido a que Jesús lo eligió su antagonista, al decir que le den al césar lo que es del césar, y a Dios lo que es de Dios. Además, a Jesús lo juzgó y ejecutó el gobernador romano. 
El césar y Roma en sí mismos como seres del mundo material, ellos no están adentro del cristianismo, ni pretenden usurpar el lugar del Cristo adentro de su Iglesia, como sí ha pretendido usurpar el lugar del Cristo, por dos mil largos años, Pablo, ciudadano romano de nacimiento, que apeló al césar al ser juzgado, y que es el verdadero césar espiritual, ese sí ha pretendido ocupar el lugar sagrado del Cristo y robar su gloria, durante dos mil largos y siniestros años.
Las falaces enseñanzas de Pablo, en el oído de la iglesia, la han embriagado y extraviado por siglos. Esa iglesia infiel, esa iglesia ramera, esa Jezabel espiritual, esa iglesia que dice que las palabras de Pablo también son palabra de Dios. Es la ramera que está embriagándose con la sangre de los mártires de Jesús, burlándose de los verdaderos principios y enseñanzas de Cristo y pisoteando la autoridad de los doce apóstoles de Jesús.
Ha estado sucediendo esta impostura en lo espiritual, durante estos dos mil años, igual que sucedió cuando el césar romano exigía que se le adorara como Dios y los cristianos tenían que aceptar morir asesinados, por no postrarse delante de un hombre.  ¿Qué sucede cuando un cristiano no acepta que las falaces enseñanzas de Pablo son palabra de Dios?  Es arrojado fuera de la iglesia, por profanar esa supuesta fe en la que el césar espiritual es igual que Dios, es igual que Jesús, las enseñanzas del césar espiritual son supuestas palabras de Dios.
Afuera del cristianismo hay enemigos del cristianismo, hay personas que no creen en el cristianismo, pero anticristos solo pueden ser personas formadas en el cristianismo, conocedoras de las enseñanzas de Cristo y que, por error, traspasan las enseñanzas de Jesús, contradicen las enseñanzas sagradas de Jesús, además de pretender necesariamente venir de parte de Dios, ser emisarios del Dios que enseñó a conocer Jesús. No vienen en nombre de otro Dios, ni vienen en nombre de otra religión. Tampoco son personas que formaron sectas y religiones a partir del cristianismo y se salieron del cristianismo.   
Ningún ateo puede ser anticristo, ni puede serlo un líder de otra religión, ni puede tampoco ser anticristo un líder político o militar, puesto que ellos trabajan afuera del cristianismo.  Para que los seres humanos se constituyan como anticristos, además, es necesario que ese engaño no sea descubierto por las gentes, y que de ese profeta terminen siendo adoradas sus enseñanzas a la par de las de Jesús, que es el Cristo.  Para ser anticristo es necesario ser usurpador de la gloria de Jesús, ser profanador del trono de las palabras de Jesús, con enseñanzas humanas, que las gentes crean que esa persona habló palabras de Dios.
Para ser anticristo es necesario ser un Falso profeta de Jesús, es decir que su falsedad no haya sido descubierta, solo así se es falso profeta.  Pues si la falsedad es descubierta ya no se es falso profeta.  El ser falso profeta, implica necesariamente el hecho de que sus falacias y extravíos no hayan sido descubiertos como tales, por estos dos mil largos años.
Todo aquel que por error reciba a un falso profeta de Jesús, como lo es Pablo, se hace anticristo necesariamente. Por eso decía el apóstol Juan que desde el siglo primero muchos ya se habían hecho anticristos.  Todos los que durante estos dos mil años han sido extraviados de las enseñanzas de Jesús, por las enseñanzas de Pablo, recibiéndolas como la palabra de Dios, se han hecho anticristos, sin saberlo.  Por lo tanto, no solo se requiere haberse formado cristiano para ser anticristo, sino seguir siendo cristiano, y pretender que sus palabras tienen algo de valor divino al lado de las enseñanzas sagradas de Jesús y que además ese engaño no haya sido descubierto.

129. ¿Jesús se le apareció?
Pablo se atrevió a decir, que Jesús volvió por segunda vez a la Tierra, solamente para hablar con él y enviarlo a una misión especial, de la que no les habló a los doce apóstoles de Jesús, a los que les había dado total autoridad, y que además sucedieron tres milagros, para confirmar esa segunda visita de Jesús a la Tierra, solo para un hombre. 
Como fue profetizado por Jesús, si otro viniera de su propio nombre, a ese le creerían, así ha sucedido durante dos mil largos años.  La humanidad en masa se ha dejado extraviar, del sendero de las palabras de Dios, por las palabras de un simple hombre. El que hayan sucedido los prodigios del rayo, de la ceguera y la posterior curación de Pablo, hace que sea más difícil de rechazar el supuesto testimonio que da de sí mimo Pablo, y sea más difícil dudar en la veracidad de las palabras de Pablo.
Pablo dice que Jesús se le apareció en espíritu.  Pero es que Jesús no se aparece en espíritu, sino en carne, y en carne se fue al reino de los Cielos. Por eso le pidió Jesús a Tomás que lo tocara y viera que el espíritu no tiene carne ni huesos, como Jesús tenía. Por eso el cordero fue visto en visión por Juan, en carne, no en espíritu, delante del trono de Dios, por los siglos de los siglos, cordero degollado, cordero cuya sangre fue derramada. 
Juan enseñó que todo aquel que no reconozca que Jesucristo vino en carne es del anticristo, aquel gran anticristo que es el que dice que Jesús vino en espíritu luego de haberse ido en carne.  Jesús es el hijo, Jesús es la carne, y no enseña sino como hombre, no como espíritu puro, enseña es por el Espíritu de Jesús, que vivía en Jesús.  Jesús vino en carne y huesos, y así se fue y así volverá y no ha venido ni vendrá jamás en espíritu.  Por eso Jesús envió el espíritu de Jesús. Si bajara Jesús en espíritu a hablar con el asesino de los cristianos, para obligarlo a ser cristiano, irrespetando el libre albedrío de ese asesino, mientras el Espíritu de Jesús está en la Tierra, entonces serían dos Espíritus Santos. 
Jesús dijo que los seres humanos no lo verían más hasta el día del juicio final.  ¿Por qué asumen que Jesús se equivocó, los miles de millones de personas le creen a Pablo, y a los demás anticristos que dicen que Jesús volvió en una segunda venida? ¿Por qué asumen que Jesús les mintió a los doce apóstoles de Jesús,  porque según ellos, Jesús volvió sin reunirse con los suyos y estableció otros apóstoles?  ¿Por qué son tan ingenuos, tan simples, tan fáciles de extraviar?
Después de irse Jesús, dos ángeles les recordaron a los discípulos, que Jesús no volvería sino hasta el final (Hechos 1: 9-11).  Así y todo, los cristianos le creyeron de buena fe a Pablo, cuando dijo que había sido enviado por Jesús directamente, que Jesús había descendido del cielo, en forma de rayo, para hablar con Pablo exclusivamente.  Todo porque Pablo dio su vida por Jesús, porque trabajó el resto de su existencia para Predicar, porque hizo milagros y prodigios.  Pero no le creyeron a Jesús, cuando dijo que muchos vendrían en su nombre y engañarían a muchos, ni creyeron que dos ángeles habían anunciado que Jesús no volvería, ni en cuerpo, ni en espíritu, sino hasta cuando venga por segunda y última vez a juzgar a toda la humanidad.  Ni le creen a Jesús cuando dice que muchos obradores de milagros, él les dirá que no los conoce, que son obradores de iniquidad. Pablo ha seducido y engañado a la gran mayoría de los cristianos de toda la Tierra y de todos los tiempos.  Pablo es el gran usurpador, es el adversario más grande y poderoso de los cristianos en toda la Tierra. pero nadie lo nota.

130. El anticristo no vendrá al final. 
El anticristo, infiltrado al principio, dijo que vendría al final. Casi nadie sabe que el ministerio y misterio de Pablo, ya está sucediendo desde el principio de los tiempos del cristianismo.  No es que va a manifestarse en un indeterminado porvenir, el supuesto anticristo, anunciado por Pablo.  Pablo fue el que enseñó, que el misterioso gran anticristo se manifestaría al final de los tiempos, y lo enseñó así para poder engañar a los cristianos, sin que dudaran de sus enseñanzas, y sin que lo estuvieran esperando, o tratando de conocer la verdadera identidad del supuesto y misterioso anticristo. 
Pablo hace mucho tiempo está aquí en la Tierra y ejerce su ministerio.  Y es imposible que sea arrancado de ahí, de donde está incrustado, hasta el final de los tiempos, debido a que todo el que sabe este secreto de su verdadera identidad, desde el primer siglo, ha guardado silencio. El anticristo es una orden de Dios, una prueba ordenada por Dios y no es una rebeldía de Luzbel.
Si Pablo, camuflado de apóstol prodigioso, no se infiltra en el cristianismo desde sus mismos principios, no pudiera confundir a los cristianos.  Esa entrada de Pablo al cristianismo fue de inmediato, en los mismos inicios del cristianismo.  Si se hubiera tardado algún siglo para tratar de entrar Pablo, para tratar de infiltrarse adentro del cristianismo, se hubiera notado fácilmente, y ya el cristianismo hubiera tomado su forma real, como fue dicho por Jesús que debe ser el cristianismo.  Pero al infiltrarse Pablo, camuflado de apóstol poderoso, desde el principio y en la cumbre del gobierno de los doce apóstoles de Jesús, era la única forma de desviar el cristianismo, y además era más fácil pasar desapercibido, era la única forma de consumar su trabajo de probador.  No hay otra forma posible de consumar tan gigantesco engaño, tan descomunal masacre de almas.

131. El anticristo es un hereje. 
El anticristo no ha sido visto como un hereje.  Por el contrario, ha sido reconocido por siglos como uno de los más grandes profetas y el más grande cristiano de todos los tiempos, y le han reconocido como él dijo que se llamaba, "apóstol de Jesucristo".  Los que siempre serán tratados como herejes son los que denuncien la impostura de Pablo. Ha sido tal su engaño, que los cristianos al leer sus enseñanzas han reconocido que esas palabras son la palabra misma de Dios. Haciendo que un simple ser humano sea reverenciado como alguien igual a Dios, revelándose, como el supremo usurpador, la abominable desolación, pisoteando el lugar sagrado de las enseñanzas de Jesús.
Por encima de los doce apóstoles de Jesús, ha sido honrado Pablo, durante estos dos mil años, adorado en los altares, como uno igual a Jesús. Las mayorías le han creído a Pablo, en sus escritos, cuando dice que es superior a los doce apóstoles, y cuando desprestigia y demerita a los doce apóstoles de Jesús, incitando a todos los cristianos a irrespetar a los doce apóstoles, a burlarse de ellos, a ponerlos por mofa y a menospreciarlos,  lo cual es algo inconcebible para un verdadero cristiano
Por esa suplantación de los doce apóstoles de Jesús, por esa sutil usurpación del Cristo, haciendo creer a sus extraviados seguidores que había subido hasta un inexistente tercer cielo, y por estar enseñando sobre un supuesto evangelio suyo, por esa obra maestra del engaño, Jesús profetizó que a la bestia y al falso profeta, que es Pablo, les fue dado hacer la guerra a los santos y vencerlos, por un tiempo determinado, mientras pasan los tiempos de las naciones.
Dijo Jesús que esos seguidores de Pablo hollarán, pisotearán la ciudad santa, que es la verdad de Jesús, durante ese tiempo, engañados, enceguecidos, extraviados por las enseñanzas de Pablo. La han hollado, la han pisoteado, la han traspasado con las falaces de Pablo. No está sucediendo algo que Dios en su sabiduría y en su justicia, no hubiera decidido y previsto para el bien final de todo el género humano. 
Si alguien ha habido semejante a Judas, ese ha sido Pablo.  Pablo es alguien que dice ser cristiano, todo de Cristo, con mucho compromiso, así como era judas, por lo que los demás apóstoles ni se imaginaban que el traidor era justamente uno de los más allegados, el que manejaba la bolsa, el tesorero. Ha conseguido engañar a la gran mayoría de la cristiandad, no a unos pocos.  Por eso ha sido esa su verdadera identidad, la del falso profeta, que engaña al orbe entero, haciendo prodigios delante de la bestia. Si fuera descubierto su engaño, Pablo no sería ya un profeta.  Pero ha sido y será profeta de muchas profecías verdaderas, y profeta de unas pocas profecías falsas, hasta el final de los tiempos. 
A la misma luz del día, no de noche, se ha infiltrado en medio de la verdad de Jesús, ha logrado engañar a la humanidad y para ello ha dado todo de sí, hasta ha llegado hasta a dar su vida por Jesús.  En la guerra todo se vale, según dicen los que son de la guerra.  Juan lo dijo en su epístola, que de los nuestros han salido, es decir, de entre los nuestros se han formado. 

132. Al anticristo no se le puede atacar.
El que ataque al anticristo divide al cristianismo. Si el Cielo te revela que Pablo es el anticristo mayor, con toda tranquilidad puedes guardar silencio.  Si arrancas a Pablo de la huerta del Señor, dañas la cosecha del Señor.  Si lo atacas, si tratas de arrancar esa cizaña perfecta, dañas el verdadero trigo.  Puedes dejar tranquilo y quieto a Pablo, puedes dejar que dañe a los que Dios le concedió dañar, puedes dejar que engañe a los engañadores.  Fue tan bien hecho ese engaño, que solamente a los elegidos, a los que eligieron creer en Jesús y en nadie además de Él, se les va a ocurrir dudar del poderosísimo Pablo. 
Pablo ha logrado engañar a todos los eruditos, los teólogos, los pontífices, es el creador de la Gran Babilonia, es el emperador espiritual de la Gran Babilonia. Pablo es el césar espiritual, está camuflado, está oculto, está enmascarado, está disfrazado, por lo que su verdadera identidad está invisible a los ojos de sus engañados seguidores. Pablo así ha cumplido su ministerio siniestro, desde hace dos mil años, durante los cuales, con los más sutiles engaños, ha asesinado las almas de miles de millones de seres humanos, y ellos como estaban engañados, ni se dieron cuenta que, por irse en pos de las falaces enseñanzas de Pablo, traspasaron las enseñanzas de Jesús.  No los engañó Pablo, sino que todos esos miles de millones de seres humanos se engañaron a sí mismos cambiando las enseñanzas de Dios mismo, que es Jesús, por las enseñanzas que les proponía un simple ser humano, Pablo.
Que no te induzcan Luzbel y su hijo, Pablo, a tratar de quitarlos del medio, o a denunciarlos, o a atacarlos, porque aun haciendo así, haciéndose atacar, el padre de la mentira y su hijo Pablo, dividen al cristianismo, y por lo tanto cumplen su propósito. Pablo unió al cristianismo alrededor suyo, si quitas ap. Divides el cristianismo. Todo esto ha de ser hasta que se cumplan los tiempos de las naciones y sean amarrados y arrojados por mil años la bestia y el falso profeta que extraviaba a las naciones.

133. El anticristo es sensación mundial.
El anticristo ha sido, es y será, la sensación mundial. Sus enseñanzas retumban en todas las iglesias.  Es más poderoso su engaño, que el engaño de Luzbel mismo, puesto que se trata de un ser humano y no de un ángel de Dios. Por ese solo hecho es más poderoso su engaño.  Es el hijo de Luzbel. Ha atrapado a miles de millones de seres humanos en las redes de sus palabras.  Y decir miles de millones no es exageración, es una realidad cumplida y consumada por Pablo y por sus seguidores.  La gran Babilonia, dividida en tres partes, (católicos, ortodoxos y protestantes) (Apocalipsis 16:19) ha seguido a Pablo, durante dos mil años y lo seguirán aún más, sin una mínima duda o vacilación. 
Será impresionante al final, la gran cantidad de engañados, pequeños y grandes entre los hombres.  Hasta los más preparados, los más eruditos, se verán a sí mismos como engañados.  Los hombres no ven a Pablo, tal cual es, a la luz de las palabras de Jesús, porque no están ante Jesús, y dejan que les cambien las enseñanzas de Jesús, por otras enseñanzas muy parecidas, pero más humanas, más mundanas, más fáciles de cumplir, menos celestiales, menos divinas.
Pablo elevado a los altares, adoradas sus enseñanzas como palabra misma de Dios, igualado con Jesús, esa es la sensación mundial, pero a la vez es la abominable desolación en el lugar santo, en el lugar sagrado, es la prueba grande que vino para zarandear a toda la humanidad.  No perciben la sutil diferencia entre las enseñanzas del hombre y las enseñanzas de Dios.  No reconocerán quien es Pablo, los hombres que no se postren ante Jesús y ante nadie además de Jesús.  Jesús no comparte su gloria con hombres.  No podrán reconocer los idólatras a Pablo como el usurpador, sus ojos estarán vendados.  No verán que, siendo un simple hombre, le darán la gloria que es del Dios único verdadero.  A Pablo le dan la gloria de Jesús, a un usurpador, a un aparecido, a un cualquiera, como realmente es. Le dan la gloria de Jesús al aceptar sus palabras como la palabra de Dios.

El anticristo ha sido, es y será idolatrado. Miles de millones de hombres, mujeres y niños ya adoran a Jesús, pero también adoran a Pablo.  Por dos mil años, los cristianos, cautivos de los errores de la gran Babilonia espiritual, la de las falaces enseñanzas de Pablo, han estado siguiendo las enseñanzas de Jesús y las enseñanzas de Pablo a la vez, como si sus palabras tuvieran el mismo valor. 
Pablo ha sido, es y será venerado en altares idolátricos, hasta el día final, pues siempre que las palabras de un ser humano sean adoradas como palabras de Dios, eso es idolatría.  Pablo ha conseguido subirse a los altares, aún a costa de su propia vida.  Los hombres lo han adorado, y en sus mentes han dado por hecho que, si Pablo dio la vida y sufrió por el nombre de Jesús, es un profeta genuino de Jesús.  No han puesto a prueba su espíritu, no han desconfiado de una sola de sus palabras, aunque a la luz de las palabras de Jesús y de los doce apóstoles de Jesús, las enseñanzas de Pablo contradigan a las enseñanzas de Jesús en varios puntos.
Si el hijo de Dios dio su vida, si su sangre fue derramada, para salvar, para dar vida eterna a miles de millones de almas, así mismo el hijo de Luzbel, el hijo de la perdición también dio su vida, fue degollado, como el cordero de Dios, su sangre fue derramada en Roma, para extraviar de la vida eterna, a miles de millones de almas. Con esa prueba, Pablo garantiza que todo cristiano sobre la faz de la Tierra, sea probado hasta lo más profundo de su capacidad de pensar y decidir. Con la presencia y las enseñanzas de Pablo adentro del cristianismo, el libre albedrío de los cristianos está plenamente garantizado, pues a todos los cristianos, adentro mismo del cristianismo, les son propuestos, el bien verdadero y el bien aparente, que son las falacias de Pablo, las cuales son necesarias para ser probados y aprobados los cristianos. 
Si no es con padecimientos, con prodigios y con grandes sacrificios, dando todo su tiempo, y aun dando su propia vida por Jesús, siendo degollado, como Jesús, siendo su sangre derramada igual que la de Jesús, si no es así Pablo no sería elevado a los altares, ni ocuparía el lugar de privilegio, de inmunidad y de impunidad, que necesita para su obra de perdición de gran parte de la humanidad, para extraviar a los seres humanos que no busquen de corazón a Jesús, porque así fue establecido por Dios.

135. El anticristo es seguido como Jesús.
El anticristo es tan famoso y seguido como Jesús. Pablo es adorado, Pablo fue elevado a los altares y es proclamado santo desde los altares.  Por sus palabras, los hombres dejan de lado las palabras de Jesús, sin darse cuenta. Las palabras de Pablo valen lo mismo que las palabras de Dios para los hombres.  En las vastas enseñanzas de Pablo, los hombres creen hallar la explicación, de algunos misterios de las palabras de Jesús. Las enseñanzas de Pablo son tenidas en cuenta primero, cuando los seres humanos van a hablar de profecías, de santidad, de continencia, de caridad, de oración, de la Iglesia, de las buenas costumbres, siempre se basan en las enseñanzas de tan amado y tan famoso profeta.  Tanto lo admiran y adoran, que no creen los maestros de la palabra de Dios, que sea necesario partir de las enseñanzas de Jesús para hablar de estos temas.
Es fuerte, muy, pero muy fuerte su influencia.  Los hombres dicen que las palabras de Pablo son infalibles, que no son palabras humanas sino palabras de Dios mismo. Pablo dice que sus palabras son venidas de Dios, autorizadas por Dios, que sus palabras son según Dios, que vienen en nombre de Jesús mismo, y dice otros errores parecidos, a los cuales los hombres, enceguecidos, no les prestan la atención debida.  Los hombres que lo admiran tanto, que lo idolatran, lo ponen arriba en el trono de Dios, por un error, por una pequeña ligereza de sus almas.
La humanidad en masa, y sin saberlo, a través de Pablo, trabaja para Luzbel.  La humanidad en masa recibirá recompensa de falso profeta, puesto que el que reciba a un falso profeta como profeta, recompensa de falso profeta recibirá, de parte de Jesús, el día del juicio.

136. El anticristo se ocultó a sí mismo.
Pablo, con su esplendor, hizo invisible al anticristo. El anticristo, tenía que ser alguien muy importante, infiltrado, incrustado adentro mismo del pueblo de Dios, camuflado arriba entre los siervos principales, entre los doce apóstoles verdaderos y operando su ministerio falaz desde el principio del cristianismo.  El falso profeta es alguien muy bien infiltrado y difícil de desenmascarar.  Pablo es el más difícil de descubrir, de entre todos los seres ocultos que hay en la Tierra, puesto con el poder de seducción que recibió, más los prodigios que le fue dado hacer y los prodigios que sucedieron el día del rayo que descendió a la Tierra, además de dar su vida siendo degollado, siendo su sangre derramada sobre la tierra como un sacrificio, se hizo invisible como anticristo, y a casi nadie le es dado verlo tal cual es. 
Es uno de los más vistos, estudiados y reconocidos líderes cristianos, con una identidad de santo muy humano, muy accesible a todos, más cercano que Jesús, se hizo muy importante en las vidas de todos, y todo casi nadie sabe su verdadera identidad de enviado a probar a las almas. 
Tiene convencidos, a la mayoría de los cristianos, de que solo hasta el final de los tiempos va a venir el supuesto anticristo, falacia anunciada por Pablo, tratando de ocultar que él ha estado en la iglesia desde hace veinte siglos.  ¿Nadie lo ha reconocido para denunciarlo?  Todos los que han sabido la verdadera identidad secreta de Pablo, han guardado silencio por el bien de los cristianos y porque no era el tiempo de Jesús para descubrirlo y arrojarlo a las tinieblas.  ¿Será que ahora sí es el tiempo según Jesús y se podrá darle batalla espiritual?

137. El anticristo permanece invisible.
Una cosa es parecer invisible a los de su generación y otra muy diferente es haber pasado desapercibido durante miles de años, por voluntad de Dios para probar a todos los habitantes de la tierra. Pablo ha permanecido durante todo el tiempo, por siglos y siglos, por dos mil largos años, a la vista de todos, elevado a los altares, sus palabras tenidas como palabras de Dios mismo. Nadie de sus cautivos en Babilonia espiritual, ha dudado de él. Son sus cautivos, porque con unas cuantas falacias, entre cientos de verdades, los tiene extraviados del sendero que dejó Jesús y su engaño no ha sido descubierto.  Esa es la prisión perfecta, cuando los cautivos creen que son libres, no ven los barrotes de sus celdas espirituales.
Los hombres pusieron a Pablo al lado de Jesús, sin reservas, y así por siglos, les enseñaron a sus hijos a reconocerlo, a respetarlo y a adorar sus enseñanzas como la misma palabra de Dios, y nadie que se precie de cristiano, se atreve a contradecir esta tradición, puesto que todos los demás que lo idolatran se le irían encima, sería expulsado inmediatamente de la iglesia de la gran Babilonia. No saben que sus iglesias son Babilonia, creen que esa gran ramera es otra, no su iglesia.
Esa milenaria tradición es también traición a Jesús. Esa tradición de aceptar que las epístolas de Pablo son palabras de Dios, es un nuevo gigantesco y descomunal Judas Iscariote espiritual.  No son pocos los que están en el error, son, nada más y nada menos, la gran mayoría de los cristianos, los que se engañaron a sí mismos idolatrando las enseñanzas de Pablo.  De su sangre espiritual ha estado ebria, por dos mil años, la ramera que conduce a la bestia, con el falso profeta haciendo prodigios delante de ella.  Todo esto sucede en silencio, sin que las víctimas sepan que son llevadas al matadero.

138. El anticristo jugó con demonios.
Demonios reconocían” la autoridad del anticristo (Hechos 16:16-18) (Hechos 19:15). En parte, la supuesta legitimidad de Pablo, como profeta verdadero de Dios, está basada en que algunos demonios lo reconocieron y dijeron que lo conocían y se le sujetaron, exhibiendo Pablo, poder de sacar demonios de las personas y alardeando de ello en sus epístolas.  Para que los hombres crean que Pablo es de Dios, es semejante a Dios, semejante a Jesús, los demonios dan testimonio de Pablo, así como daban testimonio de Jesús los demonios y le estaban sujetos. 
Un demonio se sujetaría a un falso profeta para crear una falsa verdad, de que por ser de Cristo es que le están sujetos los demonios, y miles de millones de ingenuos le creerán.  Ni aún el que hicieron milagros y prodigios, nos puede servir, para confiar a ojos cerrados en los seres humanos, puesto que Luzbel aplica todas las astucias y todos los engaños existentes.  Ningún engaño posible se les quedará por poner por obra tanto a Luzbel, como a su hijo Pablo.  A eso vinieron tanto Luzbel, como su hijo Pablo, que, con su espíritu de la mentira, son la trinidad usurpadora, y vinieron a engañar, vinieron a extraviar.

139. El anticristo atacó a los doce.
Pablo tuvo que atacar, con sutiles comentarios descalificadores, desde sus vastas epístolas, el número cerrado de los doce apóstoles de Jesús, y además atacar la condición de número sagrado y personas únicas de los doce apóstoles de Jesús. 
Pablo tuvo que cuestionar y atacar la autoridad soberana de los doce en el cristianismo, para poder infiltrarse entre los doce apóstoles de Jesús.  Pablo necesitaba debilitar aparentemente el número sagrado de los doce.  Pablo necesitaba abrir el número cerrado de los doce, aunque fuera falsamente, pues necesitaba que los seres humanos se olvidaran que ese número es no solo sagrado, sino cerrado y sellado.
En la historia de los doce patriarcas de Israel, los doce hijos de Jacob, se ve que se perdió uno, José, que se volvió egipcio, pero Jacob recibió a los dos hijos de José como una sola tribu porque el doce era inalterable.  No era posible que hubiera trece herederos. 
En la historia de los doce apóstoles sucedió exactamente igual, pues se perdió uno, Judas, el hijo de perdición, y lo primero que hicieron los otros once apóstoles, después de la partida de Jesús, fue restablecer el número roto por judas, lo restablecieron con Matías, para cuya elección por el Espíritu de Jesús, también se presentaron dos, para ocupar el lugar de Judas. 
Si no fuera importante mantener el número sagrado y cerrado de los doce, ni Jacob, ni los apóstoles, lo hubieran restablecido, bien pudieran haber sido once tribus, o trece tribus, bien pudieran haber sido once apóstoles, y no habría habido afán alguno, ni el más mínimo afán, para restablecer el número doce. 
¿Por qué entonces, si no es por ignorancia, miles de millones le creerán a cualquiera que venga a cambiar la historia de Jesús, a pesar de las muchas advertencias de Jesús? Para nadie es el treceavo lugar.  Impostores los que han pretendido ser el treceavo, o llamarse a sí mismos, apóstoles, sean quienes sean.

140. El anticristo no fue autorizado por los doce.
Nadie, además de los doce en pleno, podía autorizar a otro apóstol. Los doce apóstoles de Jesús autorizaron a un solo apóstol (Matías), cuyo nombre no se conocía, pero a nadie más autorizaron. 
A Matías no lo autorizó uno solo de los once apóstoles, en una simple frase de una epístola aislada escrita años después, sino que lo autorizó el cuerpo completo de los apóstoles de Jesús, con el único fin de cerrar el número sagrado de los doce apóstoles de Jesús. Para lo cual oraron unidos al Espíritu de Jesús, que manifestase quién era el elegido, de los dos que ellos seleccionaron, entre los muchos que habían sido no solo discípulos, sino también, testigos directos del ministerio de Jesús, de su muerte y su resurrección. Era imprescindible para ellos que el doceavo apóstol, fuera discípulo llamado directamente por Jesús mientras estaba en la tierra y además fuera testigo directo del ministerio de Jesús. Sin esos requisitos, nadie puede ser apóstol de Jesús.
Si los doce apóstoles de Jesús hubieran querido autorizar la predicación de Pablo, como apóstol, guiados por el Espíritu de Jesús, a sabiendas que en nadie además de ellos doce residía tal autoridad, pues en ellos residía el único poder de hablar en nombre de Jesús, si lo hubieran hallado del todo fiel y veraz, ellos lo hubieran llamado para cerrar el número de los doce, como llamaron a Matías.
Si ellos hubieran aceptado que el ministerio de Pablo había sido establecido por la voluntad de Jesús, haciéndolo su treceavo apóstol, luego de haberse ido, aunque Jesús no les había hablado de ese profeta, a ellos que eran sus amigos y sus representantes, con total autoridad sobre la Tierra, ellos doce lo hubieran confirmado, como un treceavo.
Si hubieran aceptado los doce apóstoles de Jesús, que Jesús había cambiado su palabra y había decidido presentarse a otro ser humano, a pesar de que les había dicho que ya no lo vería más nadie de la humanidad, hasta que viniera a juzgar a los vivos y a los muertos, ellos doce lo hubieran anunciado ese cambio, ellos doce hubieran confirmado, como un treceavo, a Pablo.  Con sus palabras hubieran hablado de los temas de ese gran profeta, autorizándolo.
Pero su silencio dice mucho de ello.  Pues ellos estaban obligados a no dividir al cristianismo, por lo que desautorizar las enseñanzas de Pablo, serviría para que se dieran divisiones, por lo tanto, la única alternativa que ellos tenían, no era autorizarlo o desautorizarlo, sino autorizarlo o guardar un diciente silencio y soportarlo.  Y ellos doce guardaron silencio, pero no del todo. Porque en sus epístolas Judas, Santiago, Pedro y Juan, mencionan y tratan temas, personajes y lugares que tuvieron que ver con Pablo, temas y lugares que Pablo también mencionó, pero los tratan de muy diferente y diciente forma, en una forma opuesta. 
Por ejemplo, cuando se habla de un tal Demetrio, cuando se habla de la fe y las obras, cuando se habla que el gran anticristo ya está en el mundo.  Tratan a esos temas y a esos personajes de muy diferente forma que Pablo, escriben conceptos opuestos, sin mencionar a Pablo, como corrigiendo algunos puntos, como enviándonos unos mensajes.  Es de notar que las enseñanzas de Pablo son de inferior valor para los cristianos verdaderos, que las enseñanzas absolutas, inapelables e incuestionables de los doce apóstoles de Jesús.

141. ¿Frase legitimadora de Pedro al anticristo?
Una sola frase de Pedro es usada para legitimar a Pablo (2 Pedro 3:16). Pablo no fue autorizado expresamente por los doce apóstoles de Jesús, para entrar a su número sagrado y cerrado.  Si Pablo no fuera el falso profeta, si fuera verdad su historia del rayo, hubiera sido autorizado directa y expresamente por los doce apóstoles de Jesús. Ellos, los doce apóstoles de Jesús, con esa autoridad única que el Señor les concedió, a ellos y a nadie además de ellos doce, hubieran validado y acreditado expresamente las enseñanzas de Pablo, y sus palabras tendrían la misma total autoridad de los doce apóstoles de Jesús. Lo que Pablo atara en la Tierra, sería atado en el Cielo. Así se daría que Jesús les dio autoridad a los doce y por aparte, alguno de los doce le habría dado autoridad a ese hermano, que hablase y escribiese palabras en nombre de Dios, y que todo lo que ese hermano escribiese, era incuestionable. 
Pero la única mención que se halla sobre las enseñanzas de ese hermano es en una de las epístolas de Pedro, y justamente lo menciona para alertar sobre frases de difícil inteligencia, con las que se desvían a sí mismas las personas indoctas e inconstantes. Lo que Pedro dijo no fue que las enseñanzas de Pablo sean lo mismo que las demás escrituras, sino que hombres indoctos e inconstantes pervierten las enseñanzas de difícil inteligencia de Pablo, no menos de lo que pervierten todas las escrituras, humanas y divinas. 
Dice que es un hermano amado, pero no dice que sus palabras son del Cielo.  Sino que son palabras de un hombre común, tan grande como el profeta Elías y como Moisés, y a la vez tan grande como todos nosotros, sujeto a pasiones y orgullos y soberbias, muy reflejados en sus escritos, cosa que los hombres enceguecidos no ven, porque no lo desean ver. 
Luzbel se valió de la ambigua interpretación de esta frase de Pedro, para legitimar las falaces enseñanzas de su hijo, Pablo.  Aquí en este punto de quiebre, de la gran suplantación de las enseñanzas de Jesús por las enseñanzas de Pablo, es donde se entiende plenamente la palabra que Jesús, le dio a Pedro: que Luzbel lo había pedido para zarandearlo, pero que Jesús había rogado por Pedro. 
Pablo no es Dios, ni sus palabras son de Dios, ni todas sus palabras son absolutas, inapelables e incuestionables, como sí lo son absolutas, inapelables e incuestionables las enseñanzas de los doce apóstoles de Jesús, aunque no sean la palara de Dios, ni sean eternas.  Pablo es solo un hombre que no crucificó su carne, sus deseos, su ego, un hombre que no crucificó, ni al fariseo ni al romano que era, sino que, por el contrario, exaltó en sus escritos a sus maestros fariseos y exaltó su ciudadanía romana, apelando al César y no a Dios.

142. Orden de Melquisedec.
Gálatas 1:11-12: Quiero que sepan, hermanos, que el evangelio que yo predico no es invención humana. No lo recibí ni lo aprendí de ningún ser humano, sino que me llegó por revelación de Jesucristo.
Cualquiera entiende que Pablo descalifica a los doce apóstoles y a los familiares de Jesús como fuente de haber conocido las enseñanzas de Jesús. Contrario a lo que hizo Lucas a escribir sobre Jesús, que sí fue a las fuentes de los que convivieron con Jesús y son testigos directos de su ministerio.
Pablo, da a entender que su ministerio es según otro orden diferente al ministerio de los doce apóstoles de Jesús, que estableció Jesús.  Pablo dijo, que Jesús se lo encontró a él por otro camino y en otro tiempo, y Pablo dijo que habló con Jesús, y que Jesús en persona, le ordenó lo que haría Pablo, que Jesús lo había nombrado apóstol, que era otro orden, diferente al de los doce apóstoles de Jesús, como si Jesús estuviera corrigiendo algo, que supuestamente le habría faltado por hacer a Jesús, con los doce apóstoles. 
Como si Jesús no hubiera dicho que ellos doce eran sus únicos doce voceros y que se iría y ya nadie lo vería más hasta que volviera a juzgar. 
Pablo dice ser apóstol según un orden diferente al de los doce apóstoles de Jesús.  Además, dice que ese orden suyo de apóstol es superior al de los doce apóstoles de Jesús, lo dice con descaro en sus epístolas, y por largos dos mil años, sus extraviados seguidores, no han dado importancia a estos ataques, de Pablo en contra de la autoridad y el número cerrado, establecido por Jesús en sus doce apóstoles verdaderos. 
Por eso se vale de las escrituras Pablo, para desviar a los cristianos, cuando dice que Jesús es sumo sacerdote según otro orden, el orden de Melquisedec, (Salmo 110:4. Hebreos 7), no según el orden de Aarón, que era el orden sacerdotal de las doce tribus de Israel.  Todo esto para que él sea aceptado como apóstol según otro orden, según dice Pablo, un orden superior.  
Todo en Pablo es según otro orden, eso es suficiente evidencia de que es el usurpador.  Pablo fue injustamente perseguido por los judíos, para que al solidarizarse con él los cristianos, al leer su historia, los cristianos no se dieran cuenta que el perseguidor de sus almas, el asesino de sus almas es él.

143. El anticristo siembra egolatría.
Mucho dar testimonio de sí mismo el anticristo. Tanta soberbia y tanta egolatría desbordada en las historias y en las enseñanzas de Pablo, la copiaron los teólogos y los predicadores, muy a la ligera, y les dieron gusto a sus egos, se alabaron, compitieron entre ellos por la gloria del mundo, engañados por las falaces enseñanzas, por los sutiles engaños de Pablo. 
En sus predicaciones y epístolas, Pablo se anuncia a sí mismo, se alaba a sí mismo, dando permanentemente testimonio de sí mismo, buscando su propia gloria, y robando así pequeñas partes de la gloria de Jesús.  Es un mal ejemplo permanente para todos los siervos de Dios. Pablo da testimonio de sí mismo, y por eso su testimonio no es válido, para los que conocen el evangelio de Jesús, porque según Jesús, el que de sí mismo da testimonio busca su propia gloria y no es veraz.
Los doce apóstoles de Jesús se negaron a sí mismos, según las enseñanzas del Maestro, por lo tanto, no se hicieron tan famosos, pero Pablo no se negó, sino que por el contrario buscó ser famoso y reconocido, afirmó su ego y su poder, por lo que las multitudes todas, sin discernimiento, se guían en pos de él.  Los teólogos se van tras él, los Maestros se van tras él, los predicadores y los obradores de milagros se van tras él.  Todos desean parecerse a él, imitarlo a él, todos sin darse cuenta se alejan de Jesús, creyendo que van al lado de Jesús. 
Pablo es un atrevido cuando dice que subió al tercer Cielo, cuando nadie, además de Jesús ha subido al cielo y ha vuelto a venir, cuando no hay más de un Cielo.  Pero si no es con un evangelio propio, con un cielo propio y pretendiendo ser del número de los apóstoles de Jesús, Pablo nada tendría, para que los desprevenidos cristianos de toda la tierra creyeran que viene de parte de Dios con altísimos privilegios y autorizaciones, con grande y total autoridad.

144. El anticristo siembra sensualidad.
El anticristo siembra sensualidad en sus seguidores. Pablo los enreda y les habla en nombre de Jesús y les da órdenes. Luego les dice que, aunque supuestamente sus epístolas son palabras de Dios, les va a dar unas instrucciones humanas, es decir, no son de Dios, pero están en la supuesta palabra de Dios. (1ª corintios 7:12).
Con algunas de sus enseñanzas de difícil inteligencia, Pablo los induce sutilmente, hacia el mundo de la sensualidad, la lujuria y el libertinaje. Ese capítulo de 1ª de corintios 7, es muy propio de las sutiles falacias y puntos de difícil inteligencia en los que quedan miles de millones enredados, por no pensar primero en la voluntad de Jesús, sino primero en darse gusto y luego justificarlo con palabras de Pablo.
Este Pablo hace que los esposos y las esposas terminen sin control de sus propios cuerpos, pues Pablo hace que los varones tengan miedo de que sus esposas busquen a otros hombres, si estos, por buscar a Dios, no las mantienen saciadas de placer carnal (1ª corintios 7: 1-9).  También las mujeres acceden a muchas obras lujuriosas, para que sus esposos, no se vayan a buscar placeres en otras mujeres, según la supuesta sabiduría “divina” de Pablo.
Parecen unas inocentes epístolas las de Pablo, pero con sus enseñanzas adulteró las enseñanzas de la palabra de Dios.  Los cristianos que desconocen las enseñanzas de Jesús y desconocen las enseñanzas de los doce apóstoles de Jesús, seguirán en pos de las enseñanzas de Pablo, sin darse cuenta de la trampa en que están cayendo en el lazo del cazador, sin ver la trampa con sus ojos espirituales.
Por causa de sus enseñanzas, consigue que los esposos y esposas se den rienda suelta en los lechos conyugales, en pos de los placeres, con su venia, y según sus instrucciones, las que siguen al pie de la letra.  Pablo los incita sutilmente para que se entreguen a los placeres. Por lo que consigue que los cristianos no piensen en negarse a sí mismos, ni mucho menos en crucificar sus cuerpos, crucificar su carne. 

145. El anticristo siembra codicia.
El anticristo siembra hipocresía y codicia en sus seguidores. Las enseñanzas de Pablo inducen a los cristianos a dar a los pobres para ser vistos y a negar la limosna a los que consideran que no se esfuerzan para conseguir trabajo. Pablo ha dado ese ejemplo nefasto.
Pablo llegó a escribir en sus epístolas, “que el que no trabaje, que no coma” (2ª a tesalonicenses 3:10).  Esa enseñanza, falaz en el cristianismo, es tomada como palabras directas de Dios. Es una frase muy desafortunada, porque miles de millones de cristianos, se han apoyado en ella, para no tener misericordia, con aquel ser humano que les pide ayuda, pero no trabaja.  Es una frase que desvía mucho a la humanidad, del precepto de Jesús, que dice que miremos a las aves del Cielo para ser como ellas, y que no nos preocupemos por lo que vamos a comer mañana, porque nuestro Padre celestial nos alimenta.  Esos que vienen a pedir pueden ser inválidos, estar pasando por un mal momento o pensar como las aves del cielo. Pablo destruye la posibilidad de que ellos reciban ayuda. También esa enseñanza de que el que no trabaje, que no coma, contradice la enseñanza de Jesús que dice: "Da a todo aquel que te pida". Además, se hacen codiciosos al no dar a los demás cuando vienen a pedirles, aguantan el dinero y no lo regalan. Las enseñanzas de Jesús ayudan a que el hombre no sea codicioso de riquezas, sino todo lo contrario, que sea generoso.
Pablo, cuando recogió ofrendas para los hermanos de Jerusalén, se vanaglorió en sus epístolas de su caridad, con muchas frases y enseñanzas (2ª a los corintios caps. 8 y 9).  Pablo enseñó la hipocresía, porque incita a los que leen sus epístolas, a practicar la caridad pública, buscando ser alabados de los hombres, cuando el Señor siempre llamó la atención, que no hiciéramos igual que los fariseos, hipócritas, que tocan la campanilla delante de ellos para que los hombres los vean.  Pablo les enseñó a sus discípulos a ser caritativos, para ser alabados de los hombres, hipócritas, como era él, que era uno de los fariseos. Todos estos ejemplos desastrosos incitan a sus creyentes a ser codiciosos, creer que las riquezas son más importantes de lo que son, pasan a desear más riquezas. No a repartirlas.

146. El anticristo siembra vanidad.
Pablo ha estado sembrando la soberbia y la vanidad. Con sus enseñanzas, hace que los seres humanos quieran ser famosos y grandes líderes, no desean ser siervos, no desean negarse a sí mismos, porque Pablo les da ese ejemplo, y no se dan cuenta que Pablo enseña eso.  Las iglesias de hoy en día están afectadas de millones de personas importantes que dan órdenes y trabajan pata estar dentro de una burocracia. Todo esto viene de las enseñanzas de Pablo. Los líderes creen estar haciendo lo correcto.
Pablo se vale de la ignorancia y la superficialidad de alma, de muchos de los líderes del cristianismo, para masacrar sin la más mínima misericordia, a miles de millones de almas, pues a eso vino a la Tierra Pablo.  Pablo, contra diciendo las enseñanzas de Jesús, enseñó con el mal ejemplo de sus obras y en las falaces enseñanzas de sus epístolas, a que los cristianos desearan ser importantes, vanidosos, vanagloriosos.  Que deseen ser los líderes, no los siervos. Que deseen ser alabados por ser maestros, no que enseñen con humildad.

147. El anticristo ocultó la transmigración de las almas.
Pablo ha negado que Jesús dijera que algunas almas permanecen aquí y que algunas almas vuelven del más allá.  Pablo, impidió a los cristianos llegar a la verdad, con sus enseñanzas, que los cristianos toman como si fuera palabra de Dios.
Pablo (o sus seguidores), al escribir en la epístola a los hebreos, que solo hay una permanencia para las almas humanas aquí en la tierra (ver hebreos 9:27) y luego viene el juicio, desestimó todas las evidencias evangélicas de almas que volvieron, como el alma de Elías, que estaba en Juan el bautista, pero Juan no lo sabía, sin embargo Jesús les decía a sus discípulos, que Juan era Elías, no que era el espíritu de Elías, sino que era Elías (Mateo 11:14).  Pablo, impidió que los cristianos que lo siguieron pudieran entender por qué entonces Jesús enseñó que esta generación no pasará hasta que todo se cumpla (Mateo 24:34).  No pueden entender por qué Jesús enseñó que el que a cuchillo mata, a cuchillo muere (Mateo 26:52), que el que está destinado a la cautividad, a la cautividad irá, que el que nació para morir por la espada, por la espada morirá, (Apocalipsis 13:10) que no teman a los que matan el cuerpo, que el alma no la pueden matar (Mateo 10:28).  No pueden entender por qué razón Jesús enseñó que Juan, su apóstol preferido, debe permanecer hasta que Jesús vuelva y en el apocalipsis dice que Juan vuelve a profetizar, para reconstruir el templo de Dios que había sido destruido (Juan 21: 21-23). Destruido por las falaces de Pablo, sus servidores, y sus millones de seguidores. Pablo les dio a beber un cristianismo lo más sutilmente adulterado.
Esta enseñanza de Jesús sobre la permanencia de las almas (Mateo 28: 18), sobre almas que vuelven, es de vital importancia para poder entender el cristianismo verdaderamente, para poder entender las enseñanzas sobre el milenio, sobre la justicia divina, que permite y tolera que tantas injusticias aparentemente pasen impunes sobre la Tierra. 

148. El anticristo siembra el juzgar a los demás.
Pablo ha estado enseñando a juzgar y castigar. En sus vastas epístolas, sujetas a error, Pablo desborda emociones negativas hacia sus detractores, como rabia, juicio, amenazas, es demasiado evidente su soberbia y su ego. Pero las gentes están tan ciegas que no lo ven, en vez de eso lo veneran, lo idolatran diciendo que esas enseñanzas son de “Dios”.  Así mismo, soberbios, pretenciosos, aprendieron a ser y hacer sus seguidores, lamentablemente, no le creyeron a Jesús sobre la humildad y el perdón a los que nos hacen algún mal, o a los que obran errores en el cristianismo.
Pablo ordenó a sus discípulos reprender y regañar a las ovejas del rebaño de Jesús, contradiciendo al Maestro Jesús, cuando dijo que no le hagas frente al mal, cuando dijo que no tratemos de sacar la paja del ojo ajeno, que en vez de enjuiciar es necesario comprender.  Pero Pablo, con sus enseñanzas, hace que las personas sean jueces de los demás, hace que sin que se den cuenta las ovejas, no se guíen por misericordia, sino por juicio, hacia los demás, que traten de acusar y enjuiciar a las ovejas, con lo cual terminan haciendo el trabajo de Luzbel, que es acusar (2ª Timoteo 4: 2). 
El Señor no avergüenza a sus siervos, el Señor no descubre el mal de sus siervos. Los que son siervos del Señor, igualmente no descubren el mal de sus hermanos, ni el mal de los seres humanos en general.  Un ser humano que se reconoce imperfecto no puede, por más que se crea líder del cristianismo, andar reprendiendo los errores de sus hermanos sino más bien, como enseña Juan, el que vea a un hermano cometer un pecado que no lleva a la muerte, ore por su hermano y hallará vida para su hermano.
No en poco, sino en mucho y en los más sutiles asuntos adulteró, pisoteó, irrespetó Pablo, la enseñanza de Jesús y de los doce apóstoles de Jesús.  Miles de millones de almas han sido extraviadas por errores, mentiras y fábulas, salidas de las enseñanzas de Pablo, aquellas que los cristianos toman como si fuera la mismísima palabra de Dios.

149. El anticristo siembra condenar a otros.
Nadie puede entregar a otro a Luzbel. A menos que sea Dios mismo, o a menos que sea de Luzbel, pero aun siendo de Luzbel, no se le cumple la voluntad de entregar a otro a Luzbel, si Jesús, que es Dios mismo, no autoriza esa entrega (1ª a los corintios 5: 3-5).  ¿por qué tenía que decir eso Pablo?  ¿Por qué razón sin la más mínima misericordia tenía que entregar a otro ser humano a Luzbel, siendo eso lo mismo que asesinar su alma? Aunque no lo vean los seguidores de Pablo, esto lo hace por ira contra alguien que osó desafiarlo. Algo muy diferente a lo que hizo Jesús en circunstancias parecidas. Esa reacción es semejante a las reacciones de Moisés, cuando era desafiado. En estas desafortunadas palabras Pablo revela una total falta de misericordia, un total juicio, una total acusación, se revela que, en una situación como esa, Pablo se remitía a Luzbel como autoridad, lo cual es muy diciente si se supone que Pablo es de Jesús, no de Luzbel. Es un error grave, esta enseñanza está lejos de ser palabra de Dios.

150. El anticristo pide que lo imiten.
Pablo ha estado pidiendo que los cristianos lo imiten a él (1ª Corintios 11:1) (Filipenses 3:17). Es tan atrevido que, al leer sus epístolas, les dice a los cristianos que sean imitadores de él, para ser imitadores de Cristo.  Con lo que ha estado por veinte siglos, diciendo Pablo que sigan en pos de él para seguir en pos de Jesús.  Según esto seguir a Jesús o a Pablo es lo mismo. El colmo de la impostura. Y así y todo ni siquiera la humanidad ha dudado de Pablo interpuesto entre los cristianos y Jesús. Pablo rompe así la unión entre Jesús y el hombre. 
A nadie debe imitar la humanidad para parecerse a Jesús.  Todo hombre que ha dicho que lo imiten, para seguir en pos de Jesús, es usurpador, impostor y anticristo, sea quien sea y haya hecho las obras que haya hecho.  A nadie que haya dicho que lo imites, diferente a Jesús, has debido creerle. 
Es increíble que las personas, ya tan avanzada la civilización, siendo todos tan independientes, aún no se les haya ocurrido dudar de las falaces enseñanzas de Pablo. No dudan de él a pesar de ser tantas las evidencias de que ha sido, por siglos, el invisible anticristo, que ha sido el probador, que ha sido el adversario de las almas humanas, el impostor. 
Ni siquiera uno solo de los doce apóstoles de Jesús se atrevió a decir semejante despropósito, que los humanos los imitaran a ellos doce para seguir en pos de Jesús.  Ni uno tan solo de los doce apóstoles de Jesús, a pesar de tener la carta blanca de Jesús, que todo lo que decretaran en la tierra ellos doce, sería ley en el Cielo, ni siquiera Juan o Pedro, se atreverían a decir que los seres humanos los imitaran para llegar a Jesús.  Porque nadie es semejante a Jesús.  Esa es la importancia de creer en nadie además de Jesús.  Es de vital importancia unirle de verdad las palabras de nadie a las palabras de Jesús. 

151. El anticristo impone a Gamaliel.
El anticristo quería estafarnos con un tal Gamaliel. Pablo hizo creer a los cristianos, que ser discípulo de Gamaliel era algo muy importante, que Gamaliel era un gran maestro, una gran escuela, que los doce apóstoles de Jesús no tenían ese título, de haber sido discípulos de un gran maestro de la religión judía, pues para Pablo, era más importante ser discípulo de Gamaliel, que ser discípulo de Jesús. 
Estaba tan engañado en su superficialidad y en su soberbia, Pablo, que no creía que ser discípulo de los apóstoles de Jesús era lo más grande de la Tierra.  Los doce apóstoles de Jesús fueron discípulos directos del Mesías, nada más y nada menos. 
Gamaliel no es nadie al pie de Jesús. Gamaliel nada sabía, al ser comparado con Jesús, como Maestro.  Gamaliel era un ignorante, un hombrecillo de mente cerrada a lo espiritual, uno más que no reconoció a Jesús.  Gamaliel era Maestro en Israel, pero ignoraba lo referente al Mesías (Juan 3:10).  Ese de tratar de poner la sabiduría de Gamaliel por encima de la sabiduría de los doce apóstoles de Jesús, es uno de los engaños más sutiles de Pablo.

152. El anticristo fue engañado por Luzbel.
El anticristo también fue engañado por el padre del engaño y de la suplantación.  Es lo lógico de la trinidad del engaño, sin el engaño no se forma esa trinidad. Siendo humano como lo es, Pablo, tuvo que ser engañado por Luzbel, tuvo que elegir libre el engaño de Luzbel, para llegar a ser el hijo de la perdición. Pablo, llegó a ser el hijo de perdición de Luzbel, no porque Luzbel lo hubiera obligado, sino porque como todos los seres humanos eligió libremente entre el bien y el mal.  En ningún momento fue obligado a ser de Luzbel o a ser cristiano, fue inducido a engaño y cayó, porque no sabía reconocer la verdad. Porque había elegido la mentira, no era hijo de la verdad.
Pablo no fue elegido al azar, para que llegara a ser Pablo y para ser engañado, como si cualquiera hubiera podido ser Pablo, sino porque ya desde antes, en su vida, había llegado libremente a ser un consumado engañador.  Solamente pueden ser engañados los que engañan, así como solamente le es revelada la verdad total a los que sean de la verdad.  Pablo no fue engañado por Luzbel en tan gran manera si Pablo mismo, libremente no se había convertido de antemano en un grandísimo engañador, en un gran fariseo hipócrita
Pablo pudo haber desconfiado del rayo que caía del cielo, pudo haber investigado bien lo que había dicho Jesús que nadie lo oiría, ni lo vería de nuevo, hasta el día del juicio. Pablo pudo haber dudado de ese rayo, que lo obligaba a ser cristiano, so pena de quedarse ciego de por vida, ese rayo que no le respetó su libre albedrío. Pablo, pudo investigar y saber que Jesús a nadie obliga a seguirlo. 
Desde el día que el rayo cayó del cielo, diciendo que era Jesús, todos los que no han sido de la verdad, le han creído sin reservas al rayo, inclusive Pablo, por lo que ninguno de ellos se ha puesto a pensar que Jesús había avisado que no volvería. También creen que Jesús obliga a las personas a seguirlo, como le sucedió a Pablo. No piensan que seguir a Jesús es algo que sucede libre. El que una persona sea llamada es elección de lo alto, pero el aceptar lo no puede ser resultado de violencias y amenazas, como le sucedió a Pablo. Lo más seguro es que Pablo mismo esté engañado por Luzbel y crea que va a permanecer en el Cielo, por siempre.
Los seres humanos han sido propensos a creerle a cualquiera que Luzbel envíe en nombre de Jesús, con tal que haya dado su vida por el nombre de Jesús y haya hecho milagros.  ¿Cómo entenderán que nadie puede venir en nombre de Jesús, además de los doce apóstoles de Jesús, y nadie puede cambiar sus enseñanzas, o intervenir en sus palabras traspasándolas? Y Jesús avisó que así sucedería.

153. El anticristo creyó ver a Jesús.
Le sucedió a Pablo, con Luzbel, algo semejante a lo que le sucedió a Moisés (Judas 1:9).   Creyó haber visto a Dios y creyó hablar con Dios, cuando lo que vio Pablo, fue un ángel, que descendía del cielo, con un espíritu engañoso, que le dijo que era Jesús.  Igual le sucedió a Moisés, que vio un ángel, que le dijo que era el Señor. Ese ángel que le dijo muchas verdades y unos cuantos errores, un ángel que no se mantuvo en la verdad, porque la verdad no estaba en él. Tanto Moisés, como Pablo, los dos dijeron haberse encontrado con Dios, cuando en verdad era Luzbel, haciéndose pasar por Dios, aquel con quien ellos hablaron.
Pablo recibió un rayo de luz, que le dijo que era Jesús.  Obviamente si no hubiera tenido esos delirios de grandeza, hubiera terminado negándose a sí mismo, sin pretender ser importante en el cristianismo, y más aún si era el perseguidor, su lugar real en el cristianismo era el último lugar. Pero fue que el rayo lo engañó por segunda vez, diciéndole lo importante que iba a ser, lo engañó dos veces, obligándolo a ser cristiano, y luego incitándolo a ser importante en el cristianismo.

154. El anticristo ataca a Luzbel.
Pablo escribió maldiciones a Luzbel y enseñó sobre la supuesta rebeldía de Luzbel. Pablo escribía muy despectivamente sobre Luzbel. Por cuenta de las enseñanzas de Pablo, quedará estable, fuerte y firme la doctrina que Luzbel se rebeló en contra de Dios, y por lo tanto Dios no es todo poderoso, ni lo sabría todo, ni estaría en todas partes, ya que supuestamente hay seres que se le salieron del control de Dios, y lo están atacando. Obviamente Pablo tiene que respaldar los sofismas de Luzbel.
Pablo, hijo de perdición, hijo de Luzbel, haciendo honor a su estirpe, enseñó a sus seguidores, a maldecir a Luzbel y que crean que Luzbel se volvió malo solo. Les enseñó a creer que Luzbel se le salió de control a Dios, por lo que Dios no lo puede vencer, y con frustración entonces se le trata a Luzbel con desprecio y con maldiciones, algo muy propio del reino de despistes de Luzbel (2ª cor 2:11) (2ª cor 12:7-9) (Efesios 6:12) (Romanos 16:20).

155. ¿Realmente toda escritura es de Dios?
El anticristo engaña al insinuar que toda escritura es de Dios (2ª a Timoteo 3: 16-17). Esa es una de sus más sutiles y elaboradas falacias, con las que se ha tejido un manto de confusión a las naciones, una densa niebla ha cubierto a las naciones. Escribió Pablo que “toda escritura es inspirada por Dios…” para darle validez de palabra de Dios a sus enseñanzas humanas, a sus opiniones sujetas a error. Pablo, siendo hombre, pretendió que sus palabras eran de Dios.  Los cristianos cautivos en la Gran Babilonia espiritual, la de las falaces enseñanzas de Pablo, adoran esas enseñanzas humanas, cual si fueran palabras de Dios mismo en persona.
Creyéndole esa blasfemia a Pablo, que todas las escrituras supuestamente valen lo mismo, las naciones han menospreciado las enseñanzas sagradas de Jesús, se han extraviado en pos de enseñanzas humanas, han pisoteado la verdad, han pisoteado la ciudad santa (Apocalipsis 11:2). La palabra verdadera de Dios, la han traspasado las naciones, con todos sus irrespetos, basándose en una mala interpretación, de las enseñanzas de difícil inteligencia de Pablo, según avisó Pedro que iba a suceder. 
Esta falacia, unida a la falacia que el gran anticristo se manifestará al final de los tiempos (2ª Tesalonicenses 2:3-12), son lo máximo de su creación, son su más consumada obra de arte, con la cual ha extraviado por dos mil largos años a las naciones, incluyendo a todos sus sabios y estudiosos, por lo que Pablo es un magistral guerrero del espíritu de la niebla.

156. El anticristo reconoció necedades.
Pablo reconoció algunas necedades en sus palabras. Pablo no es Dios, sino un humano.  Por todos sus aciertos, lo apreciamos en verdad, pues todos tenemos derecho a acertar en conocer de Dios y derecho a equivocarnos.
Algunas de las enseñanzas de Pablo, reposan en nuestros corazones, pues son preciosas. Todo aquel que desea hallar la verdad, cuando encuentra algunos de sus destellos, los reconoce como reconociendo perlas y oro, y se alegra de poder reconocerlos, no importando de quien vengan
Pablo, es responsable ante Dios, no ante nosotros, por sus palabras de soberbia y por sus exageraciones sobre el Cielo y sobre la supuesta autoridad divina de sus enseñanzas, y por todas las necedades que escribió bajo esa supuesta autoridad divina, aunque en algunas de sus epístolas hasta avisó que eran necedades, que hablaba como hombre, que hablaba como necio, que no le prestaran atención en algunos momentos (2ª corintios 12:16-17) (1ª corintios 7:10-15).
Los hombres que después lo idolatraron, y lo elevaron a los altares, y le rindieron culto, enseñando a las generaciones que esas enseñanzas eran bajadas del Cielo, son causantes de miles de millones de humanos que se desviaron con su desviación, generación tras generación. Una interminable cadena de necedades letales.

157. ¿Qué es verdad en el anticristo?
Todos los humanos podemos hablar y enseñar verdades sublimes, es lo más natural de nuestras almas. Pablo enseñó muchas verdades. Si hablas de esas verdades, si te inspiran esas verdades sublimes, salidas de su alma, en verdad no te van a contaminar, porque la verdad, esté donde esté y téngala quien la tenga, a ninguno contamina. La verdad, a todos ilumina. 
Pudiéramos mencionar algunas de sus enseñanzas, no todas, porque son muchas sus enseñanzas verdaderas y porque hay algunas que son de tan difícil inteligencia… Esto de difícil inteligencia es un lío pues siendo verdaderas pueden pasar por falsas, o siendo erróneas pueden pasar por verdaderas. Las verdades, aunque hayan sido dichas por alguien que cometió errores, no dejan de ser verdades sublimes.
Pablo enseñó que el fruto del espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza.  También enseñó que amor es sufrido, es benigno, no se irrita, no busca lo suyo, se goza de la verdad.  Enseñó que ya no vivo yo, sino que vive Cristo en mí.  También enseñó que todo lo puedo en Cristo, que me fortalece.  Que para los que aman a Dios todas las cosas les ayudan a bien.  No son pocas las enseñanzas verdaderas salidas de Pablo, la verdad es de Dios. 
¿Cómo no amar las enseñanzas Verdaderas de Pablo y como no amar a tan grande siervo de Dios, a pesar de que sea el que sabemos? Recordemos que en verdad Pablo sirvió a Dios también. El único problema con Pablo es que miles de millones de humanos, creyendo algunos de sus errores, aceptan todas sus enseñanzas como palabras de Dios. Pablo “no es Dios”. Para resumir esa es toda la falsedad de Pablo.

158. ¿Es necesario aislar toda enseñanza humana?
¿Es necesario aislar todas las enseñanzas humanas, con un manto de dudas, para evitar el problema de tomar palabras humanas como palabras de Dios?
Añadiendo las palabras de nadie a las de Jesús, para tomarlas como palabras de Dios, sacrificamos las enseñanzas buenas de muchos profetas verdaderos, pero es la única forma de que Luzbel, su hijo de perdición, Pablo y demás falsos profetas, no infiltren errores entre las verdades, sin que sean detectados. Esa es la razón por la cual, es absolutamente necesario unirle las palabras de nadie a las palabras de Jesús. Adorarlas las palabras de nadie además de las de Jesús, en el altar de las palabras de Dios. 
Por la victoria de la verdad, vale el sacrificio de todos sus profetas.  Ellos, darán su vida con gusto, para que los hijos de Dios no puedan ser engañados más, por errores infiltrados en tan poderosos maestros como Pablo.
Son demasiados detalles, alertándonos, como para pasarlos por alto y confiar ciegamente en las enseñanzas de Pablo.  Todo hombre que esté buscando la verdad, verá estos detalles y le llamarán la atención.  No es posible pasar por alto tantas señales y tantas advertencias juntas, por más prodigios que haya hecho en vida Pablo. 
En algo tan peligroso y de tan vital importancia, como es el tránsito del alma de esta vida mortal a una vida infinita, dejando de lado los sutiles lazos y engaños de Luzbel y su hijo Pablo, en nadie además de Jesús, se puede confiar plenamente, sin reservas. En nadie se puede dejar de dudar. Después de Jesús nadie es imprescindible.

159. El anticristo es un espantapájaros.
Pablo es un espantapájaros usado por Dios. Pablo le ha servido y le servirá a Jesús, para ahuyentar de su Iglesia a muchos, que se maravillan de las aparentes doctrinas de Pablo y de sus supuestas revelaciones. Enseñanzas cuya veracidad no se podrá comprobar, porque es la palabra y las enseñanzas de Pablo, contra las palabras y enseñanzas de nadie, porque nadie le hará frente. Por lo que, al atraer a miles de millones hacia sus enseñanzas, los está ahuyentando de las enseñanzas de Jesús, los espanta de la huerta de Jesús. Y no se dan cuenta.
Pablo hace el trabajo de espantar a los que, por variadas razones, Jesús no desee que entren en su sabiduría. Verán muchas contradicciones en el cristianismo y se alejarán, sin revisar a fondo de qué persona es cada palabra escrita. Verán esos errores de Pablo y los errores de sus seguidores y verán las contradicciones, por lo que se alejarán del cristianismo, criticando la cizaña, que son los errores sembrados en la huerta de Jesús por Pablo. Para eso fueron puestos ahí esos errores. Los ciegos de espíritu verán muchos errores en el cristianismo.
Pablo, con sus errores, ayudará a descubrir, probar y expulsar, a muchos del cristianismo.  Al descubrir los errores de Pablo, no verán la verdad de Jesús.  No la podrán ver, porque la verdad no les llama la atención.  Así Dios en su justicia perfecta da a cada uno según sus obras.  Dios usa a Luzbel y a su hijo Pablo, como una escoba de barrer los errores para luego recogerlos y arrojarlos, a lo que Jesús llama la gehena del fuego.

160. Los errores del anticristo no dañan.
La verdad puede estar unida a un error, y el que no es de la verdad elige el error por verdad, porque el error se parece más a su verdad interna. La verdad puede estar unida a miles de errores y el que sí es de la verdad, no tomará los errores por verdad, porque no se identifican con lo que tiene adentro de sí. Si es un error o un engaño, o si son miles da igual. El del error no dará con la verdad y el de la verdad no tomará el error por verdad.
Los engaños no le hacen daño a la verdad de Jesús. Los engaños pueden estar en el cristianismo, sin importar su abundante número, por siglos y siglos, puesto que los seguidores de Jesús, no los seguirán, ni los atacarán. Los engaños están puestos entre las verdades de las escrituras sagradas, por orden directa de Dios, para probar a todos, e impedir a algunos la entrada al reino de los Cielos. Los engaños y los errores llaman a aquellos a quienes el error se parece a su verdad. Dios da, a cada uno según sean sus obras. Esa es la definición de la justicia de Dios, según las propias palabras de Jesús.
Los afortunados, que no se enreden en los errores, ven a Pablo, lo reconocen, saben que es el falso profeta, que actúa infiltrado entre los cristianos, pero saben que, a la vez, Pablo, es amigo de Cristo y que sus errores y falacias no dañan la verdad de Jesús. Ven a Pablo engañando a toda la humanidad, y saben que nada pueden hacer en su contra.  Saben cuán intocable y fuerte es Pablo, cuán bien protegido está, y a cuántos miles de millones de cristianos, ha llegado a seducir. 
Los cristianos ven a amigos y a familiares suyos adorando las palabras de Pablo como palabra de Dios, y no hay poder humano, que les muestre que ese profeta que tanto aprecian y en el que tanto confían, es, nada más y nada menos, el falso profeta que hace señales delante de la bestia y con ellas seduce al orbe entero.

161. Silencio inesperado de los que sabían la verdad.
La humanidad no esperaba el silencio de los que sabían la verdad. No se esperarían jamás los humanos de todos estos siglos, que todos los que supieran la verdadera identidad secreta de Pablo, guardaran silencio por siglos, y menos se esperarían los seguidores de Pablo, que así fuera establecido por Dios.  Menos aún se esperarían los seres humanos, que los apóstoles lo supieran y que todos guardaran silencio sobre la verdadera identidad de Pablo.  El Señor ordenó que todas las enseñanzas, tanto las verdaderas, cuanto las falsas enseñanzas, crecieran en la iglesia hasta la siega, día en el cual las enseñanzas de todos los falsos cristianos, la cizaña, sería arrojada al fuego eterno (Mateo 13:30).
Ha vivido el falso profeta incrustado en el cristianismo, protegido por los hombres, adorado, idolatrado y seguido sin reservas, durante dos mil años, debido al silencio de los sabios, pues el que lo denuncie daña la huerta del Señor.  Los seres humanos, engañados por Luzbel y por su hijo Pablo, se esperan que los justos denuncien siempre el mal, que los justos denuncien a los inicuos.  Los cristianos, prisioneros de los engaños de Pablo, cautivos por dos mil años, en la Gran Babilonia espiritual de las enseñanzas de Pablo, esperan que los justos peleen contra los injustos y los ataquen.  Esperan, según las enseñanzas de Pablo, que los cristianos denuncien los errores, esperan que ataquen los errores, no esperan que los cristianos guarden silencio sobre los errores.
Los que adoran como palabras de Dios las enseñanzas de Pablo, juzgan a los “hermanos”, los acusan delante de Dios y delante del pueblo, por sus pecados, los regañan por sus errores, no consuelan a la oveja caída, no limpian a las ovejas que se ensuciaron, no sanan a las ovejas que se hirieron, no les importa el rebaño, no aman al rebaño, sino que por el contrario, dividen el rebaño y agitan al rebaño, no lo apacientan, pues así les enseñó Pablo a sus seguidores. También la gran mayoría de los profetas antes de Jesús, acusaban al pueblo de Israel y creían, con ello, servirle a Dios, pero estaban engañados por Luzbel.
Jesús viene a consolar, a limpiar, a sanar, a perdonar. Pero Pablo es el que incita a los cristianos a estar denunciando el mal ajeno, a estar acusando a los cristianos, a estar redarguyendo y regañando a los hermanos. Los incita a tratar de sacar la paja del ojo ajeno, algo que Jesús dijo que no hiciéramos. Por esta razón, los miles de millones de cristianos cautivos de los engaños de Pablo, en la Gran Babilonia espiritual, no entienden el silencio milenario de los doce apóstoles de Jesús, sobre los errores ajenos, sobre los errores de Pablo.

162. ¿Qué tanto crecerá el anticristo? 
No importa que tanto crecerá el anticristo infiltrado. Lo que sí importa es que tanto crecerá el cristianismo de Jesús.  Lo que en realidad importa es si a uno le es revelada la verdad d Jesús.  La verdad es independiente del error. La verdad no necesita quitar el error para ser la verdad.  No se puede impedir que se formen los anticristos, no se puede impedir que se formen miles de sectas con errores y que esos grupos crezcan mucho. Jesús no pierde ni lo más mínimo con ellos, antes su nombre crece.  Ni es necesario denunciarlos para evitar que las personas sean puestas a prueba. Pablo no es un problema para Jesús, ni para los cristianos, ni sus engaños desaparecerán la verdad de Jesús.
Pablo crecerá hasta el número total de vírgenes necias. Un grupo inmensamente grande que no afecta a los buscadores de la verdad. Pablo engañará sin remedio a todos los que no se postren delante de las enseñanzas de Jesús y ante las de nadie además de Jesús.  Para eso es necesario que esté todo el tiempo Pablo, hasta el día del juicio final, para que recoja en un grupo espiritual a todas las vírgenes necias, para que lo sigan a él. Entonces Pablo los reúne en él, y cuando él sea arrojado fuera, a las tinieblas exteriores, donde será el llanto y el crujir de dientes, todos los suyos serán arrojados con él.  A Jesús nada le está fallando en el cristianismo.  Siempre habrá un Luzbel, un Judas, un Pablo, una Jezabel, un Balaám y miles más para probar a los seguidores de Jesús. Ser seguidor de Jesús se prueba.

163. El anticristo no tiene el traje de bodas.
Por este secreto, de identidad de Pablo, secreto reservado para ser revelado al final de los tiempos, fue que Jesús enseñó que el día de las bodas del cordero, había allí un hombre sentado sin el vestido de bodas, y el amo de la casa, Jesús, le dijo: “Amigo, ¿Cómo llegaste aquí sin el vestido de bodas?” (Mateo 22:1-14).  Enseña Jesús que ese hombre, en ese momento, enmudeció, obviamente estaba asustado, no esperaba ser rechazado, sino todo lo contrario, esperaba homenajes.  Porque Pablo, todo el tiempo pareció un líder del cristianismo, pero en verdad, aunque era tan fanático de Cristo, que dio su vida por Jesús, era un enemigo de los cristianos, que se dejaron seducir y se engañaron a sí mismos, sin darse cuenta, con las enseñanzas de Pablo, hasta recibirlas como palabras de Dios.
Lo que más impresionará el día final, para los seguidores de las enseñanzas de Pablo es que, siendo supuestamente un amigo incondicional de Jesús, que hizo prodigios en nombre de Jesús, que fue asesinado por el nombre de Jesús, el mismo Jesús ordenará que ese amigo sea arrojado de pies y manos a las tinieblas exteriores, adonde, por consecuencia, serán arrojados todos los seguidores de Pablo, todos los que dicen que sus enseñanzas son palabra de Dios, allí será el llanto y el crujir de dientes.
Estará ahí Pablo el día del juicio, presente el día de la última cena de la humanidad, igual que sucedió con Judas el día de la última cena en Jerusalén, cuando Jesús avisó que uno de los doce lo traicionaría. A nadie se le ocurrió sospechar de Judas Iscariote.  Así mismo Pablo estará hasta el final de la cautividad de la Gran Babilonia, firme, fuerte, arriba en el poder, libre de toda sospecha, dirigiendo el cristianismo, como profeta de Dios, elevado a los altares, adorado, idolatrado, admirado y seguido servilmente, por la mayoría de los seres humanos, que, extraviados, creen que sus palabras son palabras de Dios.
El traje de bodas es negarse a sí mismo, vestirse de nadie, ser nadie. Sin ese traje no se entra. Al reino de Jesús nadie entra de verdad, no es charla. Y Pablo no podía ponerse vestido de nadie, todo lo contrario, tenía que ser muy llamador de la atención, para atraer a los que más pudiera, a sus enseñanzas, para desviarlos un poquito de Jesús. Era todo lo que necesitaba Pablo. Sus seguidores, al imitarlo, no se niegan a sí mismos. Allí están todos los errores de las iglesias actuales, no hay negación, hay liderazgo. En cambio, los doce desaparecieron a los ojos de los humanos, porque se negaron a sí mismos, mientras Pablo resplandecía llamando la atención. Los doce están con su traje de bodas.

164. ¿Es necesario desenmascarar al anticristo?
Esa identidad secreta de Pablo no es necesario revelarla. Lo que, si es necesario revelar, sin desfallecer, sin temor de ahora en adelante, es la verdad de Jesús, que dice que en las escrituras no toda palabra es de igual valor. Contrario a lo que enseñó Pablo, para infiltrarse y para que fueran recibidas sus enseñanzas por los cristianos como palabra de Dios. 
No fue que las falacias y errores de Pablo engañaron a los caídos, sino que ellos a sí mismos se engañaron con esas falacias.  No fueron obligados con armas, con amenazas, o intimidaciones, a tomar por palabras de Dios las opiniones de un simple hombre.  La humanidad, en masa, con la excepción de un pequeño resto de seres humanos, como siempre ha sucedido, las naciones en masa cayeron en los sutiles lazos y tropezaderos que Pablo tendió, como fue profetizado en el apocalipsis, que Pablo, el falso profeta, seduciría a las naciones y las extraviaría.
Las pruebas escritas de las falaces enseñanzas de Pablo quedarán hasta el final de los tiempos. Las largas epístolas de Pablo y los relatos que quedaron escritos sobre lo que sucedió con el grandísimo asesino de miles de millones de almas, el perseguidor oficial de los cristianos, han quedado y quedarán hasta el final de los tiempos, dando testimonio contra él, para los ojos y los oídos de los seguidores de Jesús, así como también han servido esos relatos sobre los hechos del gran anticristo y esas epístolas de Pablo, para que con ella se engañen a sí mismos por miles de años, miles de millones de seres humanos, que libremente tomaron el error por verdad.
Esa prueba es imposible de retirar. Es más, los seguidores de Pablo aman más la máscara de Pablo, que su persona.

165. El anticristo es la puerta ancha.
El relato de la puerta estrecha y la puerta ancha, siempre se toma como el cristianismo, y el mundo. Pero no es así. Son dos puertas en el cristianismo y dos caminos en el cristianismo. Pablo ha sido siempre la puerta ancha y el sendero amplio (Mt 7:13-14). Las enseñanzas de Pablo son la puerta ancha, son el sendero amplio, sendero suave, lleno de permisividad, de egolatría, de soberbia, que fue abierto adentro de la iglesia para poner a prueba a todos los habitantes de la Tierra. 
Los seres humanos, por miles de millones, dejaron de servirle al Señor, sin darse cuenta, para servirle a ese profeta, incrustado artificialmente entre los discípulos y apóstoles de Jesús.  Los seres humanos no van a esperar que Pablo sea aquel falso profeta infiltrado desde el principio mismo del cristianismo. Menos van a creer que toda secta que surgiera, toda comunidad que surgiera estuviera infectada desde el principio, contaminada por el virus letal de esas enseñanzas, con el poder de desviar sutilmente de los senderos de Jesús y de sus enseñanzas, a miles de millones de almas incautas. Esas almas terminan poniendo las falaces enseñanzas de Pablo a la misma altura de las enseñanzas de Jesús y de las de los doce apóstoles.
Los seres humanos no se van a esperar, que su propia iglesia cristiana, de tantos siglos, por obra de los engaños sutiles de Pablo, a veces no fuera la princesa del Señor, la virgen que se va a desposar con el Maestro, sino una ramera, que se juntó con toda clase de magnates, gobernantes, intelectuales, filósofos, artistas y escritores, embriagándose de la sangre de los mártires de Jesús, por cuenta de las sutiles enseñanzas de Pablo. 
Los seres humanos no se esperarían que la puerta ancha de la que habló Jesús y amplio el camino, es adentro de la iglesia y no afuera de la iglesia, pues afuera de la iglesia no hay camino.  Jesús es el camino.  El camino amplio es el que preparó Pablo, con todos los que son como él, y son muchos los que por ese sendero ancho van, sin saber siquiera que van extraviados del sendero estrecho.

166. El anticristo es la máxima prueba.
Dijo Jesús que la prueba que vendría sobre todos los habitantes de la tierra sería tal, que engañaría, si posible fuere, a los mismos elegidos (Mateo 24:24) (Marcos 13:22). Es decir, que los únicos no engañados han sido, son y serán los elegidos, los que eligieron oír a nadie además de Jesús. A esos nadie los puede engañar, puesto que a nadie oyen como si fuera Dios, además de Jesús.
Las pruebas dejadas por Pablo, sin que las naciones las perciban, debido a su superficialidad, no han sido fáciles de pasar. ¿Creíste que era fácil la prueba que avisó Jesús que había de venir sobre toda la humanidad?  ¿Crees que Jesús exageró sus palabras cuando dijo que será toda la humanidad zarandeada por el engaño? 
Los seres humanos, engañados por Pablo, están esperando que el supuesto perverso y temido anticristo vendrá al final de los tiempos, pues en sus vastas epístolas lo dice así Pablo (2ª Tesalonicenses 2:3-12). 
Los seres humanos, han sido contaminados de ese virus espiritual que los convierte en hombres lobos, hijos de la loba que amamantó a los fundadores de la Roma espiritual, pues al leer las vastas epístolas de Pablo lo idolatran cuando dicen que es “palabra de Dios”. La sangre (palabra) de cristo ha sido pisoteada. Las naciones, como un gran río, extraviadas por falacias, aceptan como palabras de Dios todas las enseñanzas humanas de las escrituras. 
¿Crees que se perdieron dos mil años y no están ya en ejecución todos los misterios del engañador, desde el mismo principio del cristianismo, hace dos mil años?  Van dos mil años de prueba, y van miles de millones de almas masacradas por los enemigos de las almas, Luzbel y su hijo Pablo. Están los dos infiltrados en las mismas escrituras, y Dios está al tanto y los ha autorizado. Dios avisó que la prueba era de ese tamaño, de ese riesgo y que era para probar a todos los seres humanos y que la gran mayoría no pasaría las pruebas, la gran mayoría se engañarían a sí mismos con las falacias.



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