263.
El que a cuchillo mata, a cuchillo muere.
Jesús
fue el que enseñó que el que a cuchillo mata a cuchillo muere. Jesús enseñó que el que tome la espada, a
espada morirá. Según Jesús, nadie que
cometa una injusticia o un crimen, aunque lo haga en secreto o sea un
gobernante, se quedará impune. Está el ejemplo del profeta Elías, quien en un
momento de celo y de ira degolló a los ochocientos cincuenta profetas de Baal,
aquellos profetas que alimentaba Jezabel, la reina de Israel, reina idólatra,
reina por tanto adúltera espiritualmente, reina ilegítima. Siglos después, Elías, siendo Juan en ese
momento, es degollado por petición de una reina de Israel, una reina ilegítima,
adúltera, mujer de Filipo, que era amante de Herodes, hermano de Filipo. Por eso fue que Jesús también enseñó que lo
que queramos que nos hagan los seres humanos, se lo hagamos nosotros a los
humanos, porque eso es el resumen de toda la ley de Dios y las enseñanzas de
los profetas. Aún para Elías hubo la
consecuencia de sus obras, siendo quién era.
Elías degolló y fue degollado.
Elías degolló a esos ochocientos cincuenta profetas de Baal, que estaban
al servicio de una reina de Israel ilegítima, porque era adoradora de ídolos,
pero cuatrocientos años después, otra reina de Israel, también ilegítima,
porque era la esposa del hermano de Herodes, mandó degollar a Elías. Si eso se hizo en Elías, ¿Que no se hará en
los demás hombres?
Esa
es la única forma en que puede entenderse la gran justicia de Dios, que estaba
oculta tras el velo falaz de las enseñanzas de Pablo, pero que al dejarlas de
lado se ve claro como la luz del sol, que Dios a nadie dejará impune, aunque aparentemente
pasen sin castigo los crímenes de los gobernantes, que mueren con honores,
además de los crímenes de tantos asesinos, que estaban ocultos, pues toda alma,
al permanecer, según Jesús, vuelve y tiene que pagar o recibir beneficios según
sean sus obras, y esa alma sufre igual que aquellos a quienes hizo sufrir, sin
saber que vino a esta tierra a pagar o a recibir bonificaciones, como
consecuencia de las obras de bien o de mal que hizo. Nada está oculto a los ojos de Dios y nada se
queda sin su justa, exacta y precisa recompensa. Lo que hagas a los hombres, eso te
harán. Juan bautista murió degollado,
porque Elías había degollado. Juan el
evangelista vuelve y hace lo que le fue encomendado desde hace dos mil años,
aunque ello esté oculto a los extraviados seguidores de Pablo y del autor
desconocido de la epístola a los hebreos, y les creen a sus falacias de que las
almas no pueden ni permanecer ni volver, a eso vino Pablo con todos los suyos,
a seducir y extraviar a las naciones, y vaya que lo han conseguido, tal cual lo
anunció Jesús.
Hola, sólo decirte que Elías fue arrebatado al cielo sin probar muerte, igual que Enoc, y que Eliseo pidió antes que marchara que le diera doble de su espíritu, y que en las escrituras se habla de espíritu de sabiduría, etc.
ResponderBorrarBueno te dejo un saludo, y te cuento que yo creo y sigo sólo a Jesucristo porque sus Palabras son Espíritu y son Vida.
Saben? leí este comentario y puedo afirmar que en las escrituras no se habla de espíritu de sabiduría. Los evangelicos dicen eso pero los catolicos y los judíos sabían que Eliseo era el primogénito de Elias, espiritualmente hablando, por eso pidió doble proción de herencia. y de esta petición los profetas despúes hasta Malaquías empezaron a profetizar que vendría Elías, como la segunda parte de la herencia de Eliseo. En esto estoy de acuerdo con el que escribe el blog.
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