82. El engaño dice de dos ejércitos enfrentados por el poder celestial.

82. El engaño dice de dos ejércitos enfrentados por el poder celestial. 
Quería Luzbel inducirnos a engaño, cuando nos enseñaron que supuestamente había unos ejércitos celestiales, al mando del arcángel Miguel, en guerra contra Luzbel y su ejército, desde la eternidad, debido a esa rebelión de Luzbel, cuando en verdad Dios no tiene enemigos de quién defenderse, puesto que Dios creó todo, y cuando en verdad a Dios nadie le puede disputar el control del universo.     
Claro que sí es verdad que los arcángeles Miguel y Luzbel se enfrentan en el cielo mismo, con sus ejércitos y todo, pero por el control de las mentes humanas, para que, a todos los seres humanos, con la excepción de nadie, nos sean propuestos el bien y el mal, allí es donde se enfrentan los ejércitos de ángeles, pero no es verdad que Luzbel fue arrojado del cielo, porque Dios no pudiera exterminarlo.
Dios había creado así malo a Luzbel y le dio poderes, para probar a los seres humanos y ese Dios que creó a Luzbel así malo, va a arrojar a Luzbel luego a las tinieblas exteriores, con aquellos hijos de Dios que Luzbel hubiera seducido, engañado y extraviado.  Si Dios no hubiera previsto que Luzbel y los suyos fueran arrojados del cielo, pero no arrojados al universo, como si Dios no hubiera podido vencerlos, exterminarlos, si eso fuera verdad, Dios estaría en conflictos y el universo entero no le obedecería y Dios no conocería todo el universo y la creación de algunos seres le hubiera fallado a Dios, entonces no sería todo poderoso, ni sabría todo, ni pudiera estar en todas partes
Esos dos arcángeles, Miguel y Luzbel, no se enfrentan por el control del Cielo.  Eso es un absurdo.  Estos dos ángeles sí se enfrentan en todas las mentes humanas, por el control de las mentes humanas, tratando de incitarnos a trabajar para el bien o el mal, pues para eso fue que Dios los creó a los dos.  Carece totalmente de sentido que Dios hubiera creado a sus propios enemigos, tan poderosos como Él, o más poderosos que Él, y más carece de sentido que los hubiera dejado ser y los hubiera dejado prosperar hasta disputarle el control del universo y confrontarlo siempre y en todas partes, tratando de dañarle a Dios su propia creación.  Todo lo contrario, a esas falacias que nos enseñaron, infiltradas entre las muchas verdades de las tradiciones antiquísimas, anteriores al patriarca Abraham, esos ángeles que Dios creó, tanto buenos como malos, tienen por misión poner a prueba su creación.  Misión dada a ellos por Dios.


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