147. El anticristo ocultó la transmigración de las almas.
Pablo ha negado que Jesús dijera que algunas almas permanecen aquí y que algunas almas vuelven del más allá. Pablo, impidió a los cristianos llegar a la verdad, con sus enseñanzas, que los cristianos toman como si fuera palabra de Dios.
Pablo (o sus seguidores), al escribir en la epístola a los hebreos, que solo hay una permanencia para las almas humanas aquí en la tierra (ver hebreos 9:27) y luego viene el juicio, desestimó todas las evidencias evangélicas de almas que volvieron, como el alma de Elías, que estaba en Juan el bautista, pero Juan no lo sabía, sin embargo Jesús les decía a sus discípulos, que Juan era Elías, no que era el espíritu de Elías, sino que era Elías (Mateo 11:14). Pablo, impidió que los cristianos que lo siguieron pudieran entender por qué entonces Jesús enseñó que esta generación no pasará hasta que todo se cumpla (Mateo 24:34). No pueden entender por qué Jesús enseñó que el que a cuchillo mata, a cuchillo muere (Mateo 26:52), que el que está destinado a la cautividad, a la cautividad irá, que el que nació para morir por la espada, por la espada morirá, (Apocalipsis 13:10) que no teman a los que matan el cuerpo, que el alma no la pueden matar (Mateo 10:28). No pueden entender por qué razón Jesús enseñó que Juan, su apóstol preferido, debe permanecer hasta que Jesús vuelva y en el apocalipsis dice que Juan vuelve a profetizar, para reconstruir el templo de Dios que había sido destruido (Juan 21: 21-23). Destruido por las falaces de Pablo, sus servidores, y sus millones de seguidores. Pablo les dio a beber un cristianismo lo más sutilmente adulterado.
Esta enseñanza de Jesús sobre la permanencia de las almas (Mateo 28: 18), sobre almas que vuelven, es de vital importancia para poder entender el cristianismo verdaderamente, para poder entender las enseñanzas sobre el milenio, sobre la justicia divina, que permite y tolera que tantas injusticias aparentemente pasen impunes sobre la Tierra.
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