277.
Nadie es profeta en su tierra.
Si
un cristiano es testigo de Jesús y de nadie además de Jesús, si no toma como
palabra de Dios las enseñanzas de Pablo, no será profeta en su Tierra. Porque
la tierra toda esta seducida por las enseñanzas de Pablo. Aquel que desea
seguir el sendero de las enseñanzas de Jesús, no se deja condicionar por las
demás personas. Cuando alguien desea empezar a poner por obra en su vida los
principios de Jesús, los vecinos, familiares, amigos y conocidos, tratan de
condicionar su obrar (Mateo 10:36-38). El cristianismo no es como las personas
de afuera creen. Personas que no conocen bien las enseñanzas de Jesús,
pretenden que los cristianos hagan según ellos piensan.
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