292.
¿En maldad fuimos formados y en pecado fuimos concebidos? (Salmo 51: 5)
¿Sería
que David estaba reconociendo que su madre de era de costumbres libertinas, o
que su madre le había sido infiel a su marido?
¿O más bien, están diciendo las palabras del salmo, que a los ojos de
Dios los seres humanos, en el momento de consumar los actos de la reproducción,
sin el deseo de reproducirnos, al estar llevados solo por los deseos carnales,
adulteramos en algo el orden natural de la reproducción humana y que por eso
era por lo que Jesús nos llamaba a todos, sin excepción, generación adultera?
Todo
el que vea a una mujer deseándola, ya adulteró con ella en su corazón, dijo
Jesús, confirmando las enseñanzas, un poco profundas, del salmo, y esto no ha
cambiado. Vemos que adulterar,
adulterio, en términos de reproducción, es cambiar el orden natural de la
reproducción, es hacerlo por placer y no por desear traer hijos al mundo.
¿Todo
el que vea a una mujer deseándola ya adulteró con ella en su corazón, Excepto
la propia mujer? ¿Por qué Jesús no
especificó que la propia mujer si la podías desear cómo quisieras? ¿Por qué esa frase fue general y a nadie
excluyó? ¿Sería que a Jesús se le olvidó
hacer algunas excepciones o Jesús se equivocó en esa frase? o ¿Sería por eso por
lo que el profeta David dijo que en pecado fue concebido? ¿Sería por eso por lo que Jesús decidió venir
a este mundo a través de una concepción virginal? Obviamente estas verdades celestiales no
hallan gracia a los ojos de todos, sino que solamente las entienden aquellos a
quienes ha sido dado.
¿Según
esto, están diciendo las sagradas escrituras, que no se puede tener relaciones
carnales entre hombres y mujeres porque son pecado, porque son maldad? ¿Entonces las enseñanzas de Jesús estarían
diciendo que nadie debe tener relaciones carnales? ¿Cómo se garantizaría la supervivencia de la
población mundial, si los hombres y las mujeres no pudieran hacer algo que les
fue dado naturalmente, pero un Dios contradictorio, les prohibió hacer porque
lo considera malo?
En
realidad, Jesús tenía razón cuando dijo que no todos entienden esto. Si un hombre ve a una mujer, y en su corazón
la ve hermosa y desea hacer un hijo con ella, para Dios todo está perfecto, no
hay ni el más mínimo error, así es de su agrado. Pero si un hombre ve a una mujer y la desea,
pero no desea hacer un hijo con ella, está adulterando el orden natural de la
reproducción. Solo la desea para darse placeres, con órganos que Dios creó, no
para el placer sino para que la humanidad se multiplique sobre la Tierra. Eso
es adulterar el orden natural, y por eso se llama adulterio, según las
enseñanzas de Jesús. A su vez, una mujer
que desea que un hombre la tome por mujer y desea que haga con ella los actos
de la reproducción, pero no desea tener hijos como consecuencia de esos actos,
eso es adulterar el orden natural de la reproducción. Algunos entenderán, y en
ellos la humanidad hallará su sendero hacia la eternidad. Son datos y hay que
darlos.
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