43. Primero
viene la carne y luego es dado el espíritu de Jesús.
Igual
que recibió la vida Adán en el Paraíso, primero la carne y luego el espíritu,
así se forma el cristiano también, pero ahora nacido del agua y del Espíritu,
en el verdadero paraíso, en el huerto espiritual de las enseñanzas de
Jesús. Todo cristiano cree en el nombre
de Jesús, que es el hijo de Dios y cree en las enseñanzas de Jesús, que lo
guían a reconocer cuales son las enseñanzas del espíritu de Jesús.
Jesús
no vino en espíritu, ni resucitó en espíritu, Jesús vino en carne, resucitó en
carne y en carne ascendió al Cielo, pero sus enseñanzas, sus palabras, ese
viento sagrado que salía de sus labios, son espíritu y son vida, según enseñó
Jesús (Juan 6:63). Al solo sonido de las
palabras de Jesús, obedecía todo el universo, y los primeros en postrarse y
obedecerle a Jesús, aquí en la Tierra, eran los demonios, pues siendo
espíritus, reconocían al espíritu dominador.
En
el antiguo testamento se lee que Dios Padre hizo al hombre a su imagen y
semejanza, se lee que Dios primero hizo al hombre de carne y luego le sopló, le
infundió el espíritu. Así mismo sucedió
en el cristianismo, el Padre primero envió a Jesús en la carne, y luego envió al
espíritu de Jesús.
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