179. Negación de los cuatro evangelistas.

179. Negación de los cuatro evangelistas.
Los cuatro evangelistas dieron a Jesús toda la gloria, absolutamente toda la gloria. Lo cual no pueden hacer los que desean la gloria de Jesús.  Si se negaran de verdad a sí mismos los que desean la gloria de Jesús, no distraerían la atención de los cristianos hacia otros profetas, para desviarlos de Jesús.  La negación de sí mismo por parte de algunos de los testigos de Jesús, es la señal inequívoca, para diferenciar a los verdaderos testigos de Jesús.
Los cuatro evangelistas escribieron los cuatro evangelios sin mencionarse a sí mismos en ellos.  Los cuatro evangelistas escriben sobre sí mismos en los evangelios, solo cuando es estrictamente necesario, pero refiriéndose a sí mismos en tercera persona, como si no hicieran parte de la historia que describen, como si fuesen otra persona.  No se leen en los cuatro evangelios, frases que hablen de “cuando nosotros…”, o “cuando yo…”, o “me dijo…” o “le hice…”. Tampoco se leen en los cuatro evangelios frases de grupo, como, por ejemplo, “cuando nosotros esto o aquello”, frases tan abundantes en las epístolas de Pablo, con las cuales desvía a los humanos, sin que estos se den cuenta, y les impide negarse a sí mismos. Con el mal ejemplo que les da, les impide darle toda la gloria a Dios.
Nada de esos malos ejemplos y robos de la gloria de Dios, sucedió en los cuatro evangelios, pues los evangelistas se describieron a sí mismos hasta con otros nombres.  Eso se llama escrúpulo, pulcritud, honestidad, no tomar para sí ni una pequeña parte de la gloria del Señor.  Es una voluntad totalmente contraria a la de Pablo.  Esta forma de escribir los cuatro evangelistas, los evangelios sobre Jesús, esta negación de sí mismos, es verdadero respeto por su Maestro descendido del Cielo, como descendidos del Cielo son los cuatro evangelios, que ellos recibieron y escribieron, sobre las enseñanzas y las obras de Jesús.  Este ejemplo de negarse a sí mismos los cuatro evangelistas, es un ejemplo digno de admiración y de ser seguido.  El gran ejemplo de los cuatro evangelistas es no estar en lo que escribieron, no tomar ni una pequeña parte de la gloria de Jesús.



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