130. El anticristo no vendrá al final.
El anticristo, infiltrado al principio, dijo que vendría al final. Casi nadie sabe que el ministerio y misterio de Pablo, ya está sucediendo desde el principio de los tiempos del cristianismo. No es que va a manifestarse en un indeterminado porvenir, el supuesto anticristo, anunciado por Pablo. Pablo fue el que enseñó, que el misterioso gran anticristo se manifestaría al final de los tiempos, y lo enseñó así para poder engañar a los cristianos, sin que dudaran de sus enseñanzas, y sin que lo estuvieran esperando, o tratando de conocer la verdadera identidad del supuesto y misterioso anticristo.
Pablo hace mucho tiempo está aquí en la Tierra y ejerce su ministerio. Y es imposible que sea arrancado de ahí, de donde está incrustado, hasta el final de los tiempos, debido a que todo el que sabe este secreto de su verdadera identidad, desde el primer siglo, ha guardado silencio. El anticristo es una orden de Dios, una prueba ordenada por Dios y no es una rebeldía de Luzbel.
Si Pablo, camuflado de apóstol prodigioso, no se infiltra en el cristianismo desde sus mismos principios, no pudiera confundir a los cristianos. Esa entrada de Pablo al cristianismo fue de inmediato, en los mismos inicios del cristianismo. Si se hubiera tardado algún siglo para tratar de entrar Pablo, para tratar de infiltrarse adentro del cristianismo, se hubiera notado fácilmente, y ya el cristianismo hubiera tomado su forma real, como fue dicho por Jesús que debe ser el cristianismo. Pero al infiltrarse Pablo, camuflado de apóstol poderoso, desde el principio y en la cumbre del gobierno de los doce apóstoles de Jesús, era la única forma de desviar el cristianismo, y además era más fácil pasar desapercibido, era la única forma de consumar su trabajo de probador. No hay otra forma posible de consumar tan gigantesco engaño, tan descomunal masacre de almas.
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