170. Los cuatro evangelios son cuatro ángeles.

170. Los cuatro evangelios son cuatro ángeles.
Los cuatro evangelios son los cuatro querubines, los cuatro serafines, los cuatro vivientes, los cuatro testigos, que dan testimonio de Jesús y de sus obras, delante del trono de Dios, junto al trono de Dios y alrededor del trono, por toda la eternidad.  Evangelio, querubín, serafín, ángel, viviente, testigo, quieren decir lo mismo allá delante del trono de Dios y también aquí, sobre la faz de la Tierra.  La palabra evangelio contiene a la palabra ángel dentro de sí, porque la palabra ángel define la identidad de la palabra evangelio, y es la esencia misma del evangelio, es verbo, es palabra de Dios.  Evangelio es portador de un querubín, evangelio es portador de un ángel, ni más, ni menos.
Evangelio no es un libro semejante a todos los demás libros que han sido escritos sobre la faz de la tierra.  Evangelio no es un libro sin vida propia. Evangelio es en sí mismo, un espíritu de Dios, que muestra la vida de Dios, que muestra la vida de Jesús, a los seres humanos.  Evangelio es un ángel creado por Dios, para dar a conocer a Jesús, que es Dios, cuando es leído por un ser humano. 
Los cuatro evangelios tienen una autoridad y un poder diferente a cualquiera otro libro o palabra, sobre la faz de la Tierra, pues en ellos cuatro y solo en ellos cuatro, fue dado el verbo eterno a la humanidad. De todos los libros que han sido escritos sobre la Tierra, durante todo el tiempo de la humanidad habitando la Tierra, solamente en las palabras de los cuatro evangelios, está presente por todos los siglos, el verbo eterno.  En ninguna otra parte, de toda la Tierra, está ese verbo sagrado. Todo lo que hay en la Tierra pasará, pero los cuatro evangelios no pasarán. Los cuatro evangelios son eternos. Los cuatro evangelios son el verdadero santo grial, los cuatro evangelios son el verdadero cáliz sagrado, que contiene la sangre espiritual de Jesús, para que la bebamos y vivamos eternamente (Juan 6: 53-63). 
Pablo enseñó, que el testimonio de Jesús no era propiedad exclusiva de los cuatro evangelios, y esa falacia la dijo cuándo se refería a “su evangelio” (2ª Corintios 12:2).   Pablo escribió, por lo tanto, que las palabras y enseñanzas de Jesús, vienen también en otros libros.  Pablo trató de insinuar que hay otros evangelios válidos, aparte de los cuatro evangelios, y que hay testimonios válidos de Jesús, procedentes de otros profetas.  Tenía que tratar de destruir Pablo, el carácter sagrado y único de los cuatro evangelios, pues solo así le era posible usurpar la verdad de Jesús y engañar sutilmente, por dos mil largos años, a las naciones, extraviar a todos sus sabios, sus escribas y sus teólogos.



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